Luto. Residentes de la ciudad iraní de Zahedan asisten al funeral de las víctimas del atentado suicida que mató a 42 personas el domingo en Irán.
Irán acusó ayer a Estados Unidos, Reino Unido y Pakistán de tener vínculos con el grupo extremista sunita Jundulah (Soldados de Dios), responsable del atentado de la víspera contra la Guardia Revolucionaria, que dejó 42 muertos y 30 heridos.
"Irán pedirá a Pakistán que extradite a Abdolmalek Rigi, líder del grupo rebelde", dijo Mohammad Ali Jafari, comandante de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica.
Jafari aseguró que responsables de seguridad iraníes presentaron ayer una nueva prueba que demuestra que el grupo Jundulah tiene "lazos directos" con agencias de inteligencia de Estados Unidos, Reino Unido y "desgraciadamente" de Pakistán.
"Sin ninguna duda, este individuo actúa por orden de esos servicios, pero habrá medidas en represalia para castigarlos", advirtió tras precisar que responsables iraníes viajarán próximamente a Pakistán para mostrar esos nuevos documentos.
Jundulah es un movimiento que asegura tener unos mil miembros identificados con la rama sunita del Islam que se oponen con métodos violentos al Gobierno de Irán, país predominantemente shiita, además de que se le asocia con la red Al Qaeda.
El presidente iraní Mahmud Ahmadineyad pidió ayer a su colega paquistaní, Asif Alí Zardari, apoyo para capturar a los responsables del atentado de la víspera contra la Guardia Revolucionaria.
Pakistán, EU y Reino Unido han negado cualquier implicación en el atentado en Irán, en el que murieron varios comandantes de la Guardia Revolucionaria.