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Cultos ‘oscuros’ ganan adeptos

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El Siglo de Torreón

Cada vez son más las personas en la Comarca Lagunera que le rezan a la Santa Muerte y a Malverde.

En los mercados pueden encontrarse artículos para ejercer ambos cultos e, incluso, en algunos

barrios hay imágenes monumentales para hacer ofrendas

Su altar está lleno de veladoras encendidas. A sus pies hay cervezas, cigarros, flores y dulces. Es la Santa Muerte de la colonia Chapala de Gómez Palacio. Para pedirle algún favor, lo mismo llegan en una bici o taxi que en camionetas de lujo.

En los pasillos del Mercado Juárez de Torreón, junto a las imágenes de Cristo, la Guadalupana y San Judas Tadeo, se venden capillas, oraciones, fotografías, veladoras de colores, relicarios, escapularios de Jesús Malverde y la Santa Muerte.

A Malverde lo compran con discreción. Por temor, los comerciantes del Mercado Juárez prefieren hablar de la Santa Muerte que del sinaloense, pues comentan que con tantas balaceras y detenciones en la ciudad, a las personas ya no les gusta exhibir los relicarios, fotografías y capillas del santo culichi, pues tienen miedo de que los policías federales o soldados, los vayan a confundir con delincuentes.

Se dice que Jesús Juárez, mejor conocido como Malverde, era un delincuente de Culiacán, Sinaloa, que robaba a los ricos para dárselo a los pobres. Un tres de mayo de 1909, el Gobierno lo mandó ejecutar, pero además impidió que se le diera sepultura como un escarmiento a quien quisiera seguir su ejemplo.

Pero la gente que pasaba todos los días junto a Jesús Malverde, comenzó a poner piedritas hasta enterrar su cuerpo. Después se construyó una capilla en Culiacán que está llena de ofrendas para agradecer los favores recibidos.

Su fama es tal que la misma gente lo canonizó, sin permiso de la Iglesia, y ahora lo llaman el Santo Malverde. Sus principales seguidores son narcotraficantes y ladrones, pero también recurren a él personas sin historial delictivo que necesitan dinero o protección. Ahora, además de la capilla de Sinaloa, hay una en Colombia y otra en Los Ángeles, California de Estados Unidos.

SEGUIDORES EN ASCENSO

A la Santa Muerte se le puede ver a través de una vitrina de cristal resguardada por unas rejas. Su imagen es similar a una persona de por lo menos 1.80 metros de estatura. Este altar se encuentra en una calle de la colonia Chapala de Gómez Palacio.

Ataviada con un vestido negro, la Santa Muerte lleva un crucifijo en la muñeca izquierda. Con una de sus manos sostiene un mundo y en la otra un niño. Sobre su cabeza lleva una corona, y atrás de su figura hay una guadaña casi de su tamaño.

Los vecinos dicen que hace unos ocho años, el altar a la Santa Muerte estaba adentro de una casa -sin número- de la misma calle, pero lo sacaron hace dos años y medio, y ahora todas las personas que pasan por ahí pueden ver su imagen sin ningún problema.

Al principio, a las personas les causaba miedo ver a la Santa Muerte, por su estatura y lo que dejan a sus pies. Todavía hay gente que se acerca confundiendo su figura con la de la Virgen María, pues lo primero que ven son las ofrendas pero, poco a poco, al subir la mirada, se encuentran con un cuerpo esquelético vestido de negro.

Más de una niña ha salido corriendo cuando ve su cara huesuda. “Mi sobrina se acercó pensando que era un altar para la Virgen y cuando la vio comenzó a temblar del miedo”, comenta un habitante de esta colonia.

Para evitar problemas, los vecinos mejor guardan silencio y optan por respetar las creencias de los demás. Ya se acostumbraron a que cada dos de noviembre, la dueña de esa casa saque a la calle a la Santa Muerte para hacerle un rosario, además va un grupo a danzarle y un mariachi a cantarle. Ese día hay reliquia, y se estima que unas 500 personas asisten a esta celebración.

En esta colonia ya no es ninguna novedad ver a personas de todo tipo que van lo mismo en bicicleta que en autos último modelo a rezarle y dejarle una ofrenda. “Llegan con placas de otros estados, incluso de Estados Unidos. Con nosotros no se meten, la señora siempre está adentro de su casa atendiendo gente”.

Aunque hasta ahora no ha pasado ningún incidente violento, algunas personas prefieren tomar otras calles de la colonia para llegar a sus casas, porque en más de una ocasión se han topado con personas armadas.

En Chapala se encuentra también la parroquia de Nuestra Señora de la Luz, que está a cargo del cura Leopoldo Marentes, “el hombre siempre ha tenido necesidad de creer en algo, y desgraciadamente estas personas no han cultivado su fe, y no tienen claro qué es la muerte en nuestra religión”.

Sólo Cristo, dice, venció a la muerte con su Resurrección, “la gente que va ahí es porque tiene necesidad de creer en algo y carece de instrucción o preparación profunda en su fe. Muchas personas querían que la Santa Muerte fuera adoptada en nuestra religión, pero no es posible”.

En primer lugar, asegura, la muerte no es santa. Cuando el cura pasa por la calle donde está el altar, no se ocupa de observar las ofrendas que le llevan porque, asegura, prefiere concentrarse en catequizar a los niños de la colonia Chapala, y en su labor pastoral.

Hace tres años que el padre llegó a Chapala para hacerse cargo de la parroquia de Nuestra Señora de La Luz: “ese fanatismo va unido a muchas cosas que la Iglesia reprueba, como la brujería, porque la gente acude a esa casa para que le lean las cartas, a curaciones, y santería, pero esa situación no se puede sostener mucho tiempo porque lo que no es de Dios, se acaba, y lo que es de Dios, siempre perdura”.

Ante el aumento en el número de seguidores a esa imagen, el padre se propuso enseñarle a la gente de la colonia Chapala que la muerte ni es santa ni tiene por qué ser venerada, además, ha puesto énfasis en la enseñanza de la religión católica.

“No sé ni qué le pedirán a la muerte, pero estoy convencido que es gente que trabaja en cosas no muy buenas; le tienen devoción a la Santa Muerte y a Jesús Malverde, porque no andan en buenos pasos. Alguien humilde no compra una figura de oro de más de cinco centímetros o más, para traerla colgada en el cuello, son muy ostentosas y caras; quienes traen esas imágenes, no andan bien”.

El padre ni siquiera está de acuerdo con las mandas a los santos católicos –reconocidos por la Iglesia- y que forman parte del fervor religioso, porque considera que el único mediador entre Dios y los hombres, es Jesucristo.

A las personas enfermas o sin trabajo que buscan soluciones fáciles a sus problemas, les recomienda orientar toda su vida y tener confianza en Dios porque Él es el único camino; también les aconseja cultivar su fe, y no gastar su dinero en brujería.

“No condeno ni juzgo a las personas que andan mal porque su camino es muy difícil. Todos los días exponen su vida y la de sus familias. Ellos necesitan de otra oportunidad, de un trabajo más digno, de hacer un alto en su vida para reflexionar”.

La inseguridad, dice, no es problema nada más de la Comarca Lagunera, así como las muertas no son sólo de Juárez. “De qué les sirve ganar todo, si pierden su vida o a sus seres queridos, o deben vivir a escondidas. A todas esas personas les pido que busquen otros caminos porque el trabajo dignifica a las personas, y lo que ellos hacen no es trabajo porque sufren mucho y corren peligro todos los días”.

CREENCIAS CON BUENAS VENTAS

Al día, en el Mercado Juárez de Torreón se venden hasta nueve imágenes de la Santa Muerte en un solo local. Las hay de todos tamaños y de todos los precios, desde 20 hasta tres mil pesos. De Jesús Malverde, los comerciantes hablan con reservas, y aclaran que jamás cuestionan a sus clientes.

Las ventas de Jesús Malverde eran buenas hasta hace un año, pero a la gente ya no le gusta comprar mucho su imagen, y si lo hacen es con mucha discreción. Incluso las figuras del santo están adentro de los locales y no a la vista de las personas como es el caso de la Santa Muerte.

Gerardo Fernández Hernández, comerciante del Mercado Juárez, trae las figuras de la Santa Muerte y de Jesús Malverde, del Distrito Federal, Guadalajara, y Monterrey, y fue el primero en vender las capillas del santo sinaloense.

“En el último año se detuvo la venta de Malverde. Antes traíamos figuras grandes y hasta capillas, pero ya casi no. Ese santo es muy popular, dicen que en Sinaloa y en Colombia es lo máximo”.

A Jesús Malverde, comenta el vendedor, también se le pide lo que sea, sobre todo dinero y protección. Sólo es necesario prenderle tres veladoras y rezarle un padre nuestro. “De él no he sabido que castigue si no se cumple con la manda”.

Y mientras las figuras de Malverde se compran a escondidas, la Santa Muerte se vuelve cada vez más popular. En los últimos cinco años, su venta se incrementó de manera considerable, y en el Mercado Juárez se encuentra todo lo necesario para venerarla.

Gerardo explica que dependiendo de la petición del seguidor, es el color de la figura de la Santa Muerte que se debe escoger para colocarla en un altar: la blanca es de la pureza, la dorada del dinero, la verde para la salud, la roja para el amor, morada para abrir caminos, y la negra de protección, incluso hay una figura de siete colores que representan cada día de la semana.

“Es muy milagrosa y se le puede pedir lo que uno quiera. Nada más hay que tener cuidado porque cuando no le cumplen con las promesas o mandas, castiga con lo que más quieren esas personas. No sabemos cómo se ha cobrado, si con vidas u otra cosa”.

Antes, a la gente no le gustaba que la vieran comprando figuras de la Santa Muerte, “la teníamos que vender a escondidas, pero comenzaron a preguntarnos mucho que si la teníamos y decidimos sacarla al pasillo para que la pudieran ver”, dice Gerardo, quien comenta que entre sus clientes se encuentran personas de todos los niveles socioeconómicos.

Y es que entre los seguidores de Jesús Malverde y la Santa Muerte, no sólo se encuentran delincuentes, sino también policías y militares, quienes piden protección en su trabajo, además de gente común que recurre a sus imágenes para pedirles amor, salud, trabajo, dinero, incluso venganza y muerte de otros.

Ofrendas

En los altares a Jesús Malverde y la Santa Muerte, es común encontrar diferentes ofrendas:

* Flores.

* Cigarros.

* Puros.

* Dinero.

* Vino.

* Cervezas.

* Frutas.

* Veladoras de colores.

* Inciensos.

* Dulces.

* Fotografías.

Artículos

Los seguidores de Jesús Malverde y de la Santa Muerte compran en el Mercado Juárez:

* Escapularios.

* Figuras.

* Estampitas.

* Veladoras.

* Capillas.

* Fotografías.

* Collares.

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