Honduras se encuentra sumido en una profunda crisis política tras el derrocamiento el domingo del presidente Manuel Zelaya a manos de los militares y el nombramiento por el Parlamento de Roberto Michelitti en su lugar, en un acción repudiada por la comunidad internacional.
La crisis se gestó alrededor de una consulta popular impulsada por el depuesto presidente y declarada ilegal por el Poder Judicial y el Legislativo.
Con esta, Zelaya pretendía preguntar a la población si en las elecciones generales de noviembre se debía votar también la convocatoria a una Asamblea Constituyente para reformar la Constitución.
Estos son los principales acontecimientos relacionados con la crisis en Honduras que han sucedido desde su inicio:
23 de junio:
El Parlamento de Honduras aprueba una ley contraria a la celebración de la consulta que impulsa Zelaya para reformar la Constitución, entre acusaciones de la oposición de que el presidente busca la reelección, prohibida en la actualidad.
El Parlamento de Honduras pide a la Organización de Estados Americanos (OEA) que no envíe una misión de observación para la consulta popular promovida por Zelaya.
24 de junio:
Zelaya destituye al jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, general Romeo Vázquez, y acepta la renuncia del ministro de Defensa, Ángel Edmundo Orellana, quienes estaban en desacuerdo con que los militares colaboraran en la consulta.
25 de junio:
Después de la destitución del general Vázquez, las Fuerzas Armadas movilizan a centenares de militares para evitar disturbios de grupos que respaldan la iniciativa de Zelaya.
La Corte Suprema de Justicia ordena a Zelaya restituir al general Vázquez en el cargo de jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas.
Zelaya y un grupo de seguidores llegan a la sede de la Fuerza Aérea en Tegucigalpa a "recoger" el material para la consulta popular.
El presidente Zelaya dice que no acatará el fallo judicial que ordena la restitución del general Vázquez e insiste en continuar con el proceso para realizar la consulta.
El Parlamento aprueba una moción de la bancada del minoritario partido Democracia Cristiana para investigar a Zelaya por sus actuaciones relacionadas con la grave crisis política desatada por la consulta.
Zelaya asegura que "la tensión" que se produjo luego de destituir al jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas "ha sido superada".
26 de junio:
La comisión del Parlamento nombrada para investigar a Zelaya pide más tiempo para presentar su informe.
Vásquez dice que la situación política del país "sigue siendo difícil, pero es superable mediante el diálogo".
El Gobierno inicia la distribución de unas 15.000 urnas y otro material para la celebración de la consulta y habilita las escuelas como centros de votación.
Zelaya reconsidera y anuncia que el general Vázquez sigue al mando de las Fuerzas Armadas, a pesar de que él había anunciado su destitución el miércoles.
27 de junio:
El partido de Zelaya, el Liberal, así como otros colectivos, sectores de oposición y el Comisionado de los Derechos Humanos, Ramón Custodio, piden a los hondureños no participar en la consulta porque es ilegal.
El Gobierno confirma que no habrá observadores de la OEA en la consulta.
28 de junio:
Comandos del Ejército capturan al presidente Zelaya en su casa, en horas de la madrugada, y lo expulsan en un avión a Costa Rica.
En una sesión de emergencia, el Parlamento acepta una supuesta carta de renuncia de Zelaya, calificada de "falsa" por su secretario privado, Eduardo Reina.
El Parlamento destituye a Zelaya con base en el informe de la comisión legislativa que investigó sus actuaciones y elige al jefe de ese órgano, Roberto Micheletti, como nuevo presidente del país, en aplicación de una disposición constitucional.
Micheletti dice tras ser investido que no ha habido ningún golpe de Estado contra Zelaya, sino una "sustitución constitucional", y anuncia un toque de queda por al menos dos días para restablecer la normalidad en el país.
Unos tres mil seguidores de Zelaya se reúnen frente a la Casa Presidencial, tomada por los militares, para exigir el regreso de Zelaya.
29 de junio:
Los países de la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA), del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) y del Grupo del Río, en reuniones urgentes celebradas en Managua, acuerdan aislar política, diplomática y comercialmente al nuevo Gobierno en Honduras.
Micheletti empieza a integrar su gabinete y, en medio de las primeras medidas de aislamiento internacional, anuncia que pedirá a las Naciones Unidas aplazar cualquier reunión sobre la crisis en Honduras.
La Policía desaloja violentamente a los seguidores de Zelaya de los alrededores de la Casa Presidencial, donde se refuerza la seguridad militar, con un saldo de una treintena de heridos y decenas de detenidos.
El nuevo canciller hondureño, Enrique Ortez, dice que si los países vecinos cierran sus fronteras con Honduras, éste hará lo mismo en represalia.
30 de junio:
La OEA emite un ultimátum de 72 horas a Honduras para que restituya al Zelaya en la Presidencia.
La Asamblea General de la ONU aprueba una resolución en la que pide la "inmediata e incondicional" restitución de Zelaya.
Micheletti advierte de que si Zelaya regresa será detenido, porque la justicia ha emitido órdenes de captura contra él por violar la Constitución y las leyes en actuaciones relacionadas con la consulta.
Micheletti anuncia que enviará emisarios a Estados Unidos para que expliquen lo ocurrido con el cambio de Gobierno, dice que espera recuperar la confianza de la comunidad internacional y amplía por 72 horas el toque de queda.
El fiscal general de Honduras, Luis Rubí, confirma que Zelaya afronta cargos por 18 delitos, entre ellos: traición a la patria, abuso de autoridad, usurpación de funciones y violación de los deberes de los servidores públicos, que pueden costarle hasta 20 años de cárcel.
1 de julio:
Micheletti asegura que la intervención del Gobierno del presidente venezolano, Hugo Chávez, "es clara y definida en esta situación que está viviendo Honduras".
El embajador de Honduras en Estados Unidos, Roberto Flores, regresa a Tegucigalpa para consultas, reconoce al nuevo Gobierno y dice que no hubo golpe de Estado contra Zelaya.