Homenaje. El PAN dio el último adiós al alcalde de Ocampo, Luis Carlos Ramírez López.
Durango
A las 12:00 horas de ayer llegó el féretro de quien fuera alcalde de Ocampo, Luis Carlos Ramírez López, de extracción panista, quien muriera la tarde del 1 de junio en la cabecera municipal que gobernaba a causa de varios impactos de bala.
Numerosos militantes del PAN se acercaron para subir la caja al segundo piso de la sede de este partido y que trasladaba el cuerpo del "Peque", como se le conocía, ya que medía más de 1.80 metros.
Primero tocó el turno de los alcaldes blanquiazules hacer la primera guardia de honor, después pasaron algunos delegados federales y finalmente los diputados locales.
En tanto el dirigente estatal Juan Carlos Gutiérrez Fragoso, en un sentido mensaje, condenaba el hecho y recordaba un anterior atentado del cual había sido víctima en el mes de noviembre el extinto alcalde.
En este hecho, como se comentó en su momento, el alcalde estaba en compañía del regidor Raúl Ramos Espinoza y del titular de Desarrollo Rural del municipio, José María Lozoya Rentería, en esta ocasión salió ileso.
Al lamentar la muerte del servidor público, así como de los fallecidos, hizo votos para que la familias encuentren fortaleza y consuelo ante la pérdida de sus seres queridos.
Pero además, exigió a las autoridades competentes el pronto esclarecimiento de los sucesos, el arresto y aplicación de la pena a los responsables.
En torno a lo acontecido, también se refirió el coordinador de la red de alcaldes, Jesús Ramón Rojo Mancillas, quien consideró que los presidentes municipales deben tener la misma seguridad que todo el mundo "si el ciudadano común anda sin escolta de la misma manera deben andar los alcaldes", señaló.