Animados. Durante el concierto, jóvenes cantaron la canciones del grupo como La Puerta Negra y el corrido de Pedro y Pablo.
MÉXICO, DF. Los Tigres del Norte fueron protagonistas de un evento poco común el martes por la noche: un auditorio de la Universidad de Stanford saturado por 350 alumnos de todas partes del mundo que coreaban con ellos La Puerta Negra, tras pedirles consejos de negocios.
Fueron 90 minutos de una charla en el Bishop Auditorium, de la Escuela de Graduados de Negocios en la institución, en la que los inmigrantes sinaloenses dejaron claro el mensaje de reinventarse para mantener la rentabilidad de cada empresa.
Como ejemplo están ellos mismos, quienes preparan ya una escuela dedicada a dar clases de música, que al mismo tiempo será una promotora de nuevos talentos.
Será una empresa en todo sentido, que mantendrá los ingresos de Los Tigres del Norte Incorporated para cuando sus integrantes ya no puedan cantar, explicó en entrevista Jorge Hernández, líder del grupo.
Explicó que durante la conferencia le preguntaron principalmente sobre la historia de nacimiento del grupo, pero también, por ejemplo, sobre su asesor de mercadotecnia.
"Lo que les digo es que yo tengo mi oficina arriba del escenario y ahí es donde me doy cuenta si la canción gusta y de cómo se emocionan o cantan los temas y así es como analizo el impacto de las canciones", detalló.
Durante su participación, en la que se permitieron preguntas de los alumnos, el grupo compartió sus experiencias con los estudiantes que en unos años encabezarán algunos negocios.
"México nos necesita y el mensaje que quisimos dejar a los estudiantes de Stanford es que hay que ser tenaces y que lo más valioso que tendrán es la educación, como la que reciben en la escuela de negocios", enfatizó el líder del grupo musical.
José Antonio Fernández Carbajal Garza Lagüera, hijo del presidente de FEMSA, quien estudia un MBA en la institución y fue promotor de esa visita, describió la escena como una buena lección de negocios de un grupo de inmigrantes que ha logrado como muy pocos permanecer en el mercado.
"A mí me causan mucha admiración y muchas ganas de aprender de ellos, hacen 200 conciertos al año, trabajan mucho y me di cuenta que su mayor motivación no es el dinero, eso creo que fue lo que nos inspiró a todos", relató.
