Davydenko echa a Djokovic del Torneo Masters

EFE

El ruso Nikolay Davydenko, sexto del mundo, se clasificó ayer en tres sets para las semifinales de la Copa Masters de Londres, en una jornada de adiós para el serbio Novak Djokovic y para el español Rafa Nadal, quien se centra ya en la Copa Davis.

Así, el suizo Roger Federer, ganador del Grupo A, se medirá con el segundo clasificado del grupo oponente, el B, el jugador ruso, mientras que el argentino Juan Martín del Potro, que logró el jueves, por los pelos, su acceso a la penúltima ronda del torneo, tendrá enfrente al nórdico Soderling.

Al serbio Djokovic, tercera raqueta del mundo, de poco le sirvió su triunfo ante Nadal. "Nole" finiquitó victorioso su pulso con el mallorquín, que ayer sufrió molestias en la espalda durante el segundo parcial, antes de caer ante el tercero del mundo por 7-6 (5) y 6-3 en una hora y 57 minutos.

Un Nadal que compareció ante la prensa con semblante relajado y que se marcha, independientemente del desenlace en el Masters, con sensaciones positivas pese a no haber logrado un solo set en sus tres compromisos del "torneo de elegidos" (Robin Soderling, Nikolay Davydenko y Djokovic) pone ya sus miras en la Copa Davis.

Tras decir adiós al público del 02, el zurdo admite que, quizá, le ha faltado contar con un "esquema de juego un poco más definido".

Los medios de comunicación, eso sí, se empeñan en especular con la disminución de fuerza, y de peso, que parece acusar el número 2, un punto que cansa ya al manacorense, aunque hoy se lo tomará con filosofía: "¿He perdido fuerza? No lo sé, a veces se te agota la batería y tienes que comprar pilas nuevas. Y es lo que haré de cara al año que viene, recargarlas. Trabajaré duro para recuperarme y estar al cien por cien".

En cuanto al asunto de sus presuntos kilos de menos, el ganador del Abierto de Australia insistió, por activa y por pasiva, aunque con más sentido del humor que en ocasiones anteriores, en que pesa "exactamente lo mismo".

Pero eso sí, recordó que en el tenis "uno no siempre está al cien por cien y hay que aceptarlo".

"Yo estoy en perfectas condiciones para encarar el año que viene al cien por cien, con motivación. Estoy igual que siempre, pero he perdido un pelín el ritmo que tenía en el último año y medio", dijo.

Y sobre esa aparente delgadez, asegura una y otra vez que él continúa manteniendo su mismo peso: "Lo puedo decir en inglés (ironizó). Igual es el cambio de 'look'. Yo llevo desde el 2005 pesando 85, 86 kilos, y no me muevo de ahí, pero cuando uno gana parece que se ha puesto más fuerte. Y las cosas son mucho más simples".

En cuanto a sus planes inmediatos, el cuatro veces ganador del Roland Garros se marcha a Barcelona a tratar de ajustar su juego a la tierra y prepararse al máximo para disputar la Davis en la Ciudad Condal contra la República Checa.

"Tengo confianza, será una final diferente y el cambio a tierra siempre será complicado al principio pero tengo una gran motivación de acabar el año ganando y de tener la oportunidad de jugar bien en tierra y de ganar algo para mi país", aseguró.

Por su parte, su verdugo ayer en la Central del 02 Arena, Novak Djokovic, que tuvo que aguardar hasta el final de la jornada para conocer su porvenir, se mostró muy a favor del sistema (complejo) de puntuación de la "round robin".