Desde que tengo memoria, siempre fui aficionado al Cruz Azul. Como buen seguidor de los Cementeros uno de los máximos ídolos de mi juventud fue Carlos Hermosillo. Cómo olvidar la final del Invierno 97 cuando el grandote de Cerro Azul con la frente escurriéndole sangre anotó el penal que le daba el campeonato a la máquina celeste, venciendo de esta forma al León.
Esta evocación de recuerdos gloriosos se debe, a que aún no acabo de comprender cómo un deportista exitoso derrocha su capital al ingresar al mundo de la política, de la cual seguramente no saldrá bien librado.
Quien fuera delantero de la Selección Nacional ahora busca ser diputado federal por el distrito de Córdoba, Veracruz. Hermosillo no es nuevo en la política, en el Gabinete de Felipe Calderón estuvo al frente de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deportes (Conade), donde sus logros fueron pocos y lo más sobresaliente que hizo fue pelearse a muerte con Ana Gabriela Guevara, quien debido a ese enfrentamiento no acudió a los Juegos Olímpicos de Beijing 2008.
¿Qué méritos tiene Hermosillo para ser diputado?, más allá de jugar en el mismo equipo que el presidente Felipe Calderón en las "piquitas" que juegan en Los Pinos no le conozco ningún otro. ¿Qué sabe este centro delantero de políticas públicas, de redactar leyes, de revisar presupuestos?
El caso de Hermosillo sirve para ejemplificar lo devaluada que está la política en México. Donde no importa carecer de preparación para ocupar una curul. Ante el descrédito que tienen los políticos, los partidos recurren a figuras públicas con el único objetivo de ganar las elecciones, lo de menos es que sepan hacer su chamba, lo que importa es que las viejas glorias de Hermosillo se conviertan en goles (votos) para el PAN.
Lo más patético, es que esta historia no sólo se presenta en Acción Nacional. El PRD no se queda atrás y por este motivo ya anunció que la atleta Ana Gabriela Guevara, será su candidata a la jefatura delegacional en la Miguel Hidalgo. De esta forma la medallista internacional ganadora de los 400 metros planos, ahora quiere llegar a la meta para despachar como "alcalde" en una delegación en el Distrito Federal.
Las preguntas nuevamente se repiten, ¿qué sabe Guevara de licitaciones públicas, de planear proyectos de obras, de finanzas públicas y de cómo combatir problemas propios de la inseguridad?
Recientemente en una entrevista con Denise Maerker, la velocista decía que en el deporte también se hace labor política para conseguir patrocinios. Pero sin duda hay una distancia abismal entre la grilla de vestidores, que ésa la conoce muy bien Hermosillo, a la de tratar de dirigir los destinos de un municipio o al hecho de revisar leyes para su aprobación.
Sé que no debería de sorprenderme, sobre todo cuando el escritor francés André Bretón dijo que México era un país surrealista. Pero el panorama se convierte totalmente kafkiano cuando uno se entera que el luchador Villano III fue momentáneamente precandidato del Partido Verde Ecologista a la delegación Iztapalapa. Afortunadamente para quienes somos aficionados a los costalazos el también llamado Rey Arturo ya anunció que prefiere dar patadas voladoras en el ring que en la arena política. Sin embargo, Atlantis no piensa así, y anda haciendo méritos en el PAN.
Hoy más que nunca la política en México es un show, donde los piquetes de ojos están al por mayor y lo único que importa es ganar elecciones, aunque para eso haya que echar mano de viejas glorias del deporte como en su momento lo hizo el PRI con el "Ratón" Macías.
Tal vez el día de mañana Blue Panther luche por ser alcalde de Gómez Palacio mientras que Borgetti, quien tiene su domicilio en Torreón, busque algún hueso político. Mientras eso sucede vemos cómo muchos se pelean por cobrar en la sagrada nómina con el único objetivo de ganar dinero por hacer como que trabajan mientras el sufrido pueblo paga impuestos para la manutención de políticos que nunca dan resultados.