DE FRENTE Y DE PERFIL
“De nada sirve llegar rápido, lo que sirve es estar preparado”
Ficha técnica: Arturo Galindo Cabada
Estudios: Licenciatura en Derecho
Cargo actual: Director Municipal de Protección Civil
Edad: 37 años
Estado civil: Casado (17 años)
Hijos: Dulce María (9 años)
Durango. A cerca de cuatro meses de haber asumido el cargo, el Director Municipal de Protección Civil se expresa satisfecho por las funciones que la corporación ha desempeñado. Arturo Galindo Cabada reconoce que nunca se imaginó ocupar la titularidad de la dirección que ahora tiene y que así como le trae satisfacciones, también le ha dejado aflicciones como la que le causó no haber podido rescatar a una niña que falleció sepultada bajo un alud de arena, cuando tenía apenas dos días en Protección Civil.
¿Cómo fue que llegó al cargo que ocupa actualmente?
“Yo ingresé como funcionario municipal hace 15 años y me desempeñaba como Jefe del Departamento del Relleno Sanitario y ahí duré tres años, luego estuve como Subgerente de la tienda ISSSTE del bulevar Francisco Villa, fui Consejero Electoral Municipal, luego Secretario de Gestión Social de la CNOP, titular de Inspectores Municipales, pasé como Subdirector de Servicios Públicos y luego me ofrecieron la Dirección de Protección Civil”.
¿Era un nombramiento que esperaba?
“Sinceramente no, la verdad no tenía ni idea de que podía llegar a aquí. Aunque la verdad tampoco me sorprendió mucho porque estaba como coordinador de los trabajos por las contingencias por las lluvias, entonces ya sabía lo que era coordinar gente y un poco las labores que se debían realizar, por eso cuando me lo propusieron claro que me agradó la idea”.
¿Qué impresiones le ha dejado el cargo que desempeña?
“Es el que más satisfacciones me ha dado de manera personal, por el espíritu de servicio que implica. Pero lo que más impacta es lo que tiene que ver con los niños, cuando hay reportes y nos dicen que hay niños lesionados la verdad es que la adrenalina sube, y la velocidad también. Mi primera experiencia cuando recién acababa de entrar a la corporación fue la de una niña que quedó sepultada por una montaña de arena en el Cerro de Mercado y prácticamente me tocó sacarla; cuando llegué prácticamente tenía tres minutos de haber muerto y fue muy impactante pensar que pude haberla salvado”.
¿Su familia lo ha apoyado en esas situaciones?
“Son impresiones que uno traslada a la casa y con la familia, de verdad impacta porque la niña tenía prácticamente la misma edad que mi hija; desde entonces hice el propósito de tomar cursos para salvar gente. Mi familia me ha apoyado siempre, somos muy unidos y aunque nunca ha habido un integrante que haya desempeñado este tipo de labores, mi mamá siempre nos inculcó el espíritu de ayuda. Pero uno tiene que poner de su parte; yo creo que de nada sirve llegar rápido, lo que sirve es estar preparado”.
Juan Manuel Cárdenas
El Siglo de Durango