Si usted piensa que por haber pasado la Navidad, ya terminó de entregar regalos, está equivocado.
Faltan otros, y muy importantes.
Los que se debe a usted mismo.
Los que no ha querido aprovechar para su propia persona.
Los que están ahí, casi justo desde que usted nació, para que los disfrutara.
Porque por el simple hecho de haber nacido, ya tenía lo más maravilloso del universo: su existencia.
Pero según nuestras propias creencias, la vida se le dio para que la disfrutara, mas no para que la padeciera.
Pero con el paso de los años usted fue utilizando muchos apoyos para dañar su vida y con ello su salud.
Muchos dolores que empezó a sentir fueron el reclamo de su cuerpo, reclamos que muchas veces no quiso atender.
Hasta que aparecieron las crisis.
Porque muy temprano empezó a desatenderse de su persona, pensando que era un Superman o una Supermujer.
Por ello ya es tiempo de que se dé sus propios regalos. De que se atienda mejor, de que se cuide más, sobre todo ahora que hay tantos peligros y amenazas.
Es momento de dedicarle más atención a su persona. Primero para que le dé tiempo a su mente de descansar un poco y ya en la serenidad planear todo mejor.
De que deje de preocuparse por las cosas que no valen la pena y no tomar tan a pecho lo que le dicen los que no lo entienden ni lo quieren.
Es tiempo de reorganizar su vida para mejorar su salud. De dejar a un lado la comida chatarra y las bebidas dañinas. De bajar un poco de peso, de atender mejor su figura personal, de darse de vez en cuando un descanso.
Éste es el mejor momento para empezar una nueva vida, atendiéndose mejor. Mañana, sería muy tarde.
Esos regalos que faltan, son de usted... para usted.
