EL TESTAMENTO
Con el deseo de que no deje usted problemas, cuando se haya ido de este valle, desde hace tiempo, en nuestro país fue instituido a septiembre como el mes del testamento, dando toda clase de oportunidades los señores notarios para que usted, con cuotas módicas, ponga sus cosas en orden.
Es una medida muy importante, porque desde siempre, grandes problemas familiares se originan por la falta de previsión, cuando los padres no tuvieron la precaución de atender lo que seguiría después de su partida, dejando las cosas al garete, sin establecer lo que era su última y real voluntad.
Muchos problemas familiares, hasta con distanciamientos, han surgido por la repartición de los bienes, cuando éstos existen, y son mayores mientras más grandes sean las cosas a repatir.
Este tema lo hemos abordado varias veces por estas fechas, con el deseo de que usted, que hoy goza de buena salud, tenga todo en orden y en pleno uso de sus facultades mentales, ponga todo en su lugar, estableciendo cómo quedarían sus bienes para que posteriormente sus familiares respeten su voluntad y se eviten situaciones que muchas veces dividen a las familias.
Antes, para recibir una mejor orientación, usted podría acudir con el notario de su preferencia y que empiece a orientarlo sobre la mejor forma de establecer en su testamento su voluntad.
Es algo que no lleva mucho tiempo, y con ello, no tiene usted idea de lo que evita ocurra en el futuro.
Muchas familias, conocidas como unidas, se desbarataron cuando de repartirse los bienes se trató, muy especialmente cuando no hubo un testamento de por medio.
Además aparecen beneficiarios que no estaban tomados en cuenta inicialmente, pero a los que la ley les da derechos que no pueden hacerse a un lado.
Septiembre es el mes ideal para ordenar sus pensamientos y afianzar su voluntad en cuanto a lo que ha logrado con años de sacrificios y esfuerzos.