Este homenaje, lo debíamos.
Cuando esta Casa empezó a crecer, nos tocó el privilegio de organizar algunas tareas.
La preferencia hacia el medio, nos obligó a estar en otros lugares.
Y en esa ampliación, empezamos por la a para seguir con la b y así subsecuentemente.
Así que un día le pedimos a don Antonio de Juambelz su autorización para poner nuestra primera oficina foránea en Gómez Palacio, Dgo. lo que le gustó y aprobó.
Así empezamos a extender nuestras redes para atender mejor a quienes nos han preferido.
Esa oficina, en un principio, la facilitó Rodrigo Castañeda, un gran amigo que muy joven perdería la vida en un accidente automovilístico acompañado de su esposa Carolina, su hija del mismo nombre y su suegra, doña Evangelina.
Y luego ya compramos la que sería de la institución junto a la Plaza Principal.
Ahí ya nos ayudaba un joven muy entusiasta, muy trabajador, que la hacía de todo: Repartía el diario, hacía guardias nocturnas y nos daba la mano en tareas de oficina.
Estudiaba ingenierá en la UJED y se le veían las ganas de triunfar.
A veces se le complicaban las cosas por las exigencias del trabajo y del estudio, sin embargo nunca quedaba mal con nadie.
Con el paso del tiempo se graduó de ingeniero con buenas calificaciones y luego, enamorado de la docencia empezó a entregar sus horas a la Universidad dejando por tanto sus labores con nosotros.
Avanzó con pasos de gigante y un día nos enteramos que era ya el director de la Escuela de Ingeniería de la Universidad Juárez del Estado de Durango.
Y el pasado lunes, cuando nos invitó a conocer las instalaciones de la Facultad a su cargo, nos impresionó la forma en que ahí se labora y la grata impresión que maestros y alumnos tienen de un director universitario muy chambeador, muy capaz, y con una inteligencia especial que siempre nos impactó.
Quienes confiaron en los sueños de superación de Iisidro Martínez García, deben sentirse muy satisfechos, honrados y felices de haber creído en él, entre ellos nosotros.
Así se lo dijimos a muchos estudiantes este lunes que estuvimos ahí, platicando de cosas que hemos visto y vivido con tanto tiempo en esta Casa que tanto amamos.
Felicidades Isidro, y su ejemplo ha sido reconocido en esta Casa donde siempre tendrá usted un lugar de honor.
