Los verdaderos amigos.
¿Cuáles son?
No se quiebre la cabeza con este dilema, es muy fácil establecerlo, sumamente fácil.
Los verdaderos amigos no son los que en los tiempos buenos de usted están a su lado siempre, aduladores, complacientes, según ellos incondicionales.
No son los que lo acompañan solamente en las fiestas.
No son los que le dicen que las horas del día son las que usted decide.
Los verdaderos amigos no necesita andarlos usted buscando para que recuerden que usted existe.
Ellos solitos van en su busca y la dan su compañía siempre, especialmente cuando saben que los vientos ya no soplan a favor de usted.
Los verdaderos amigos se cuentan con los dedos de la mano y le sobran dedos.
Los verdaderos amigos son seres muy especiales que no necesitan demostrar nada, sólo amistad.
Y la amistad es comunión de ideas y fines, complemento de personalidad y búsqueda de mejoramiento en el entorno familiar y social.
A los verdaderos amigos no los anda usted procurando, porque ellos están más cerca de usted de lo que imagina.
Si hay buenos amigos. Si hay personas desinteresadas que gustan de la compañía de usted por la afinidad de pensamientos e ideales.
Si hay personas sinceras con las que usted se identifica sin llevar credenciales ni recomendaciones.
La verdadera amistad es una corriente de simpatía y afecto mutuo.
Y cuando nos vamos de este valle, ellos se encargarán de que usted no sea olvidado tan pronto.
Los que dijeron que eran sus amigos, los que usted ayudó en algún momento, no se preocupe buscándolos porque ya lo olvidaron y mostraron que eran sólo unas pobrecillas aves de paso, que ni huella dejaron en usted.
Si hay amistad en la vida, aunque de ella no se localice la abundancia.