Situación. Durango se encuentra entre los primeros diez lugares de los seis tipos de violencia hacia la mujer, en promedio es sexto lugar nacional en este rubro.
Durango ocupa el sexto lugar en el país en violencia contra las mujeres. Lo más preocupante es que la entidad destaca a nivel República en agresiones de tipo emocional, económico, físico, sexual, escolar y laboral; en todas supera la media nacional.
La Encuesta Nacional sobre la Dinámica de Relaciones en los Hogares (Endireh), realizada en el 2006 por cuatro instituciones, revela que en el panorama general siete de cada diez mujeres duranguenses mayores de 15 años de edad han sido víctimas de algún tipo de violencia. La media nacional es del 67 por ciento.
POCO QUÉ CELEBRAR Hoy se conmemora el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, pero en Durango hay muy poco qué celebrar.
La entidad ocupa el cuarto sitio de la tabla nacional de mujeres que sufrieron de violencia a lo largo de su última relación por parte de su pareja o ex pareja, con un balance del 48.4 por ciento.
Casi la mitad de las féminas duranguenses fue violentada en su más reciente o actual relación.
Otro rubro en el que Durango aparece en los primeros planos es en la violencia emocional, que son las agresiones que afectan el estado anímico y psicológico de las mujeres y consiste en insultos, amenazas y burlas. La Endireh detectó que el 43.8 por ciento de las féminas del estado padeció de este tipo de violencia y con ello la entidad se posiciona en el cuarto sitio a nivel nacional, cuando la media es del 37.5 por ciento.
LAS LIMITACIONES TAMBIÉN SON VIOLENCIA Sandra Luz Guerrero López, jefa del Departamento de Atención Clínica del Instituto de Salud Mental del Estado de Durango (ISMED), explicó que el control que aplica el varón sobre el dinero que ingresa al hogar y cuestionar la forma en que se gasta es violencia económica.
El 25.8 por ciento de las mujeres de Durango afirma sufrir de violencia económica, con lo que el estado se ubica en el séptimo sitio del país cuya media nacional es del 23.4 por ciento.
DE LOS MÁS GOLPEADORES Los varones duranguenses son de los más golpeadores del país. Entre empujones, golpes, jalones y el uso de armas de diferente tipo, Durango ocupa el décimo sitio en el rubro de violencia intrafamiliar a nivel nacional, pues el 19.8 de las mujeres ha sufrido de golpes.
La media nacional de agresiones físicas es del 19.2 por ciento y Durango la superara, apenas el pasado fin de semana la Clínica de Atención a Mujeres Víctimas de Violencia Intrafamiliar del Hospital General dio a conocer que en promedio atiende a una fémina violentada al día, con golpes en la cara y cuerpo, fracturas, esguinces de columna, mordeduras y hasta quemaduras.
Sin embargo, sólo dos de cada 100 víctimas buscan ayuda después de ser agredidas y esto a la larga puede agravar la situación.
ALTO ÍNDICE DE ACOSO SEXUAL Cerca de 20 de cada 100 mujeres afirman haber sido amenazadas, intimidadas y hasta sometidas físicamente a sostener relaciones o contactos sexuales en contra de su voluntad, según la Endireh 2006.
La media nacional es del 9 por ciento, Durango está en el noveno puesto de mujeres víctimas de violencia sexual con el 9.8 por ciento.
VIOLENCIA EN LAS ESCUELAS El 18.6 de las mujeres entrevistadas en la Endireh 2006 afirmó haber sufrido actos de discriminación, hostigamiento, acoso e incluso abuso sexual en la escuela a la que asiste o asistió a lo largo de su vida.
A nivel nacional se estima que sólo el 2.1 por ciento de las víctimas se atrevió a denunciar los acosos sexuales que sufrieron en las escuelas, mientras que el 6.7 reveló los actos de violencia física y el 12.3 por ciento los de violencia emocional.
La media nacional de violencia contra las mujeres en el ámbito escolar es del 15.6 por ciento, Durango ocupa el tercer sitio con un índice del 18.6 por ciento y la lista nacional es encabezada por Oaxaca con el 22.9 por ciento.
LAS PREFIEREN DIVORCIADAS Durango también forma parte del grupo de entidades donde las mujeres más sufren de violencia en el ámbito laboral, la Endireh detectó que 32 de cada 100 mujeres han sufrido actos de discriminación, hostigamiento, acoso y hasta abuso sexual en sus centros laborales, sin importar el trabajo que desempeñen.
Un dato curioso es que las mujeres divorciadas son las que más sufren de acoso sexual, con un índice del 18.5 por ciento; las casadas representan el 12.9 por ciento y las solteras el 10.3 por ciento.
Sin embargo, los índices se elevan con los actos de discriminación en los centros de trabajo; el 25 por ciento de las mujeres casadas y divorciadas refiere haber estado bajo este tipo de situaciones, contra un 22 por ciento de las solteras.
La media nacional de violencia en el trabajo es del 29.9 por ciento, la lista es encabezada por Quintana Roo, que muestra un porcentaje del 37.6.
LA VIOLENCIA SE APRENDE
A principios del año pasado el ISMED emprendió el programa Vivir sin Golpes, con el que se atiende concretamente a los causantes de la violencia de cualquier tipo hacia la mujer. A partir de entonces se ha brindado a asesoría a cerca de 70 varones, de los cuales 20 ya dejaron el programa porque presentaron una mejoría en su comportamiento y "al menos ya no golpean a sus parejas".
Osiris Ochoa, responsable del programa Vivir sin Golpes, explicó que el 90 por ciento de los casos de violencia intrafamiliar es originado por una conducta que los varones aprendieron en la infancia; es decir, que fueron educados y crecieron con actos de violencia hacia ellos o hacia sus madres y hermanos, además de que carecieron de la figura paterna.
Explica que por esto los varones agresores acceden a integrarse al grupo de ayuda, pues la mayoría fueron enviados por la Procuraduría General de Justicia del Estado y ya pesaban demandas legales en su contra; "les tienen temor a las instituciones porque representan autoridad, que es de lo que carecieron en su infancia".
El resto de las causas de la violencia normalmente se relaciona con el uso y abuso del alcohol, así como de algún tipo de drogas; esto se manifiesta en cualquier sector social de Durango.
CICATRICES EN EL ALMA "La violencia hacia la mujer empieza desde el trabajo, cuando la ponen a hacer cosas que no son tan importantes para su centro laboral y mucho menos implican la toma de decisiones", enfatizó Martha Palencia, directora del ISMED.
Palencia Núñez mencionó que en ocasiones es difícil que la mujer acceda a denunciar los actos de violencia y a solicitar ayuda, ya que se vuelven codependientes de su pareja y las agresiones van en aumento; pero advirtió que hay situaciones en las que de no ofrecerse atención a tiempo puede detonar incluso en homicidios. Los tratamientos en ocasiones implican administrarle medicamentos a los agresores, pues una de las causas de su actitud puede deberse a lesiones cerebrales.
"La clase social y el nivel cultural no tiene nada qué ver, pero sí es difícil romper con un círculo de violencia que deja cicatrices en el alma que son difíciles de borrar", concluyó Palencia Núñez.
20
MUJERES
De cada 100 han sufrido de violencia física por un hombre en Durango
9.8
MUJERES
Sufrieron violencia sexual en su última relación de pareja
MARTHA PALENCIA NÚÑEZ
Directora del ISMED
40% de las mexicanas sufre violencia emocional
Hasta 40 por ciento de las féminas en la región es víctima de violencia física y en algunos países cerca de 60 por ciento sufre violencia emocional, señala un estudio de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) sobre la violencia contra la mujer.
En México 40 por ciento de las mujeres dice haber sufrido violencia emocional. El informe ¡Ni una más! Del Dicho al Hecho: ¿Cuánto Falta por Recorrer? muestra datos preocupantes de la violencia de género. El documento forma parte de las actividades de lanzamiento del capítulo regional de la campaña global "Únete para Poner fin a la Violencia Contra las Mujeres".
Esta iniciativa fue lanzada por el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, en febrero de 2008 y busca prevenir y eliminar la violencia en contra de las mujeres y niñas del mundo.
Las formas de violencia son muchas: "maltrato de la pareja, feminicidio, violencia contra menores de edad, acoso y violencia sexual, trata de blancas, violencia institucional y la violencia discriminatoria contra mujeres migrantes, indígenas y afrodescendientes,", según la Cepal.
Aunque la información regional al respecto es deficiente y los criterios para definir el concepto de violencia varían, se pueden delinear algunas tendencias a partir de encuestas nacionales de demografía y salud. Según un boletín de Cepal, la violencia física sufrida por las mujeres va desde golpes hasta agresiones severas con amenazas de muerte, acompañada por una fuerte violencia psicológica y, muchas veces, también sexual.
