Facilda Lasestas, mujer casada, se citó con su amigo en un motel. Le dijo: "A partir de ahora tendremos que hacer el amor únicamente de pie". "¿De pie? -se asombra el conchabado-. ¿Por qué?". Responde Facilda: "Mi marido se enteró de nuestra relación, y me hizo jurarle que jamás volvería a acostarme contigo"... Hubo una fiesta en la embajada de cierto país socialista. Se sirvió un espléndido banquete capitalista, y uno de los invitados quedó junto a una curvilínea pelirroja. Animado por las continuas libaciones puso su mano en la tersa rodilla de su vecina de asiento, y poco a poco la fue subiendo con intención marcadamente erótica. De pronto la pelirroja se inclina hacia él y le dice al oído: "Ya no le sigas más arriba. Me llamo Boris, y soy agente secreto"... Don Algón fue a una joyería y pidió ver un brazalete de brillantes. El joyero le mostró uno, y le preguntó: "¿Es para su esposa?". "Sí -contesta don Algón-. Es para mi esposa". "¿Por su cumpleaños?" -vuelve a inquirir el de la joyería. "No -responde, hosco, don Algón-. Porque entró sin llamar en mi oficina y me encontró haciendo cosas con mi secretaria"... Capronio dedicaba todas las noches de los jueves a ir a jugar dominó con sus amigos. Uno de esos jueves salió de su casa y ya no volvió. Pasaron 10 años, y una tarde regresó de pronto. Su mujer se puso feliz. Le dijo: "¡Haré una cena especial para nosotros dos! ¡Tendremos caviar; beberemos champaña a la luz de las velas, con música suave! ¡Después iremos a nuestra recámara y haremos el amor como en los viejos tiempos!". "¡Ah no! -protesta Capronio-. Hoy es jueves, y voy a jugar dominó con mis amigos"... En el bar del hotel un individuo le invitó una copa a una chica. Ella movió la cabeza en mudo gesto de aceptación. Luego de varias copas más, que ella aceptó moviendo siempre la cabeza, el galán le propuso ir a su cuarto. La muchacha movió otra vez la cabeza para decir que sí. En la habitación el tipo disfrutó cumplidamente los encantos de la chica sin que ella dijera una sola palabra. Al terminar aquel lance tan singular le pregunta el sujeto, intrigado: "¿Por qué no dices nada? ¿Acaso eres muda?". "No -responde ella-. Pero mi mamá me tiene prohibido hablar con extraños"... Nalgarina Grandchichier, vedette de moda, se iba a casar con un rico señor octogenario. Una amiga le preguntó por qué se casaba con un ricacho de 80 años. Contesta Nalgarina. "Porque no hallé uno de 90"... De exitosa puede calificarse la visita que Hillary Rodham Clinton hizo a México. La señora es bella e inteligente, tiene carisma, y actúa siempre con una sencillez que agrada a todos. Es una excelente representante de su país; a donde vaya suscitará sentimientos de buena voluntad. Ojalá en el caso de México esa visita trascienda el mero protocolo y se traduzca en buenos frutos, en acciones que sirvan, primero, para mejorar las relaciones -algo deterioradas ahora- entre los dos vecinos, y, luego, para llevar a cabo acciones conjuntas en cuestiones tan importantes como la migración y la lucha contra la delincuencia. Si eso no se logra, la visita de la señora Clinton quedará en eso: simplemente una visita... Juanilito, el amigo de Pepito, le cuenta: "Toda esta semana le he cargado los libros a Rosilita en el camino de la escuela hacia su casa. También le he hecho la tarea todos los días, y ayer la llevé a tomar un helado. ¿Piensas que es tiempo de que le dé un beso?". "No -responde sin vacilar Pepito-. Ya has hecho demasiadas cosas por ella"... Se casó Babalucas, y en la noche de bodas le hizo el amor seis veces a su flamante mujercita. Ella, extática, le dice con admiración: "¡Eres un monstruo, Baba!". Responde con enojo el badulaque: "¿Y a poco tú estás muy bonita?"... FIN.
