La esposa de don Languidio estaba leyendo el periódico. Le comenta a su añoso marido: "Aquí dice que en el mundo hay explosión demográfica. Que no te echen la culpa. A ti ya no se te enciende la mecha"... La ciempiés hembra le dice al ciempiés macho. "A ver cómo le haces, Miriapo. Cuando tú acabas de quitarte los zapatos a mí ya se me quitaron las ganas"... Un individuo murió y llegó al Cielo. Ansioso por ser admitido en la gloria le dijo al portero celestial: "Cuando niño jugué beisbol para la Escuela Secundaria de San Pedro. Un día disputamos el campeonato estatal con el Colegio de San Pablo. En una jugada crucial intenté el robo de home. Me barrí, y el ampayer marcó safe. La verdad es que el catcher me había hecho out, pero yo no dije nada, y gracias a eso ganamos el campeonato". Le dice el apóstol que cuidaba la puerta: "Ya sabía yo eso". "¿De veras ya lo sabías, San Pedro?" -se alegra el recién llegado. Responde el otro: "San Pedro está de vacaciones, y yo lo estoy sustituyendo. Soy San Pablo"... Lorenzo Rafail estaba casado con María Candelaria. Le llegó a ella el momento de dar a luz, y el trance vino tan de repente que el asustado muchacho no tuvo tiempo de ir por la comadrona, ni de avisarle a la madre de María. Él mismo tuvo que hacerse cargo del alumbramiento. La joven esposa no sabía que estaba esperando triates. Nació un niño, y otro, y otro. Lorenzo Rafail, asustado, le pregunta a su mujer: "¡Oye, María! ¿Cómo se cierra esta cosa?"... El padre Arsilio amonestaba con paternal solicitud a Pirulina, muchacha liviana de envases, por no decir ligera de cascos. "¿Por qué, hija mía -le preguntaba- te vas a la cama con cualquier hombre?". "No con cualquiera, padrecito -se defendió Pirulina-. Nada más con el que me lo pide". "De cualquier modo son muchos -replicó el buen sacerdote-. ¿Por qué haces eso?". Responde ella: "Lo atribuyo a la falta de vitaminas". "¿A la falta de vitaminas? -se asombra el padre Arsilio-. ¿Por qué?". Contesta Pirulina: "No tengo fuerzas para decir que no"... Trepado en una tosca escalera un hombre de las cavernas estaba atrás de un mamut. Dos trogloditas lo miraban en aquella extraña posición. Le explica uno al otro: "Dice que acaba de inventar la zoofilia. Quién sabe qué será eso"... Desde el consultorio de su ginecólogo la señora llamó por teléfono a su esposo. "¡Viejo! -le anuncia jubilosa-. ¡Ya no estés triste porque no hemos podido tener familia! ¡Dice el doctor que muy probablemente vas a ser papá!". "¿De veras? -se alegra el marido-. A ver, pásame al doctor". "Espera un poco -le pide la señora-. Está acabando de vestirse"... Babalucas fue invitado a pasar un fin de semana en la casa de cierto elegante señor. El anfitrión lo invitó a jugar ajedrez. Al comenzar la partida el señor le dice a Babalucas: "Usted nunca ha jugado ajedrez ¿verdad?". "¿Cómo lo supo?" -pregunta, amoscado, Babalucas. Responde el otro: "Porque hizo la sopa con las piezas, como en el dominó"... En un periódico regiomontano apareció este anuncio: "Se solicita caballero para asistente de vestuario en un table dance. Debe tener experiencia en vestir y desvestir mujeres jóvenes. El trabajo es de 10 de la noche a una de la mañana. Sueldo: 15 mil pesos por semana, más prestaciones superiores a las de ley". Un individuo llegó a solicitar el empleo. Le advierte el encargado: "Pero tendrá usted que ir a Saltillo". Pregunta el tipo: "¿Allá está el table dance?". "No -contesta el hombre-. El table dance está aquí en Monterrey. Pero la fila de solicitantes empieza en Saltillo"... (Nota: entre las dos ciudades hay 71 kilómetros 955 metros, según datos de la SCT)... FIN.