Torreón Calidad del aire Peregrinaciones Tránsito y Vialidad

DE POLÍTICA Y COSAS PEORES

ARMANDO CAMORRA

Una joven señora fue con el ginecólogo y le dijo que no podía tener familia. El médico, a fin examinarla, le pidió: "Quítese la ropa y acuéstese". Responde la señora: "Se lo agradezco mucho, doctor, pero preferiría que el bebé fuera de mi esposo"... En inglés se les llama "Peeping Tom". La palabra francesa para designarlos es "voyeur". Pero en español carecemos de un vocablo que designe concretamente a quien disfruta contemplando actitudes íntimas o eróticas de otras personas. "Fisgón" no da la idea exacta, ni "mirón". Y la Academia, que reconoce el término "voyeurismo", es omisa en admitir "voyeurista" en su profuso lexicón. Uglilia, mujer más fea que un coche por abajo, se adelantó a la docta corporación. Una amiga suya la encontró llorando. "¿Qué te sucede?" -le preguntó. Contesta Uglilia entre sus lágrimas: "¡Un voyeurista se asomó por la ventana de mi cuarto cuando me estaba desvistiendo, y me pidió que bajara las persianas!"... Toda suerte de plagas se han abatido sobre nuestro país en estos malhadados tiempos. A la violencia de los criminales se añadió una nueva crisis económica, efecto de la recesión mundial, que ha provocado cierre de empresas, desempleo. Luego, hace unos días, llegó la influenza, que trastocó nuestra vida cotidiana y nos llenó de alarma e inquietud. Finalmente, como si todo eso fuera poco, hubo un temblor en el Distrito Federal. Se diría que un sino aciago nos persigue. He recordado a cierto amigo mío que estaba con su novia en una banca de la hermosa Alameda de Saltillo, paseo de enamorados. (Si esa alameda pudiera hablar ¡cuántas cosas callaría!). De pronto la muchacha le dijo que ya no quería ser su novia: se había enamorado de otro. "¡Dios mío! -gimió mi pobre amigo-. Hace un mes murió mi madre. La semana pasada me despidieron del trabajo. Ahora tú me dejas. ¡Ya nada más me falta que una urraca...". En ese preciso instante ¡plop! algo viscoso, blancuzco, hedentinoso le cayó a mi amigo en la frente y le bajó por el rostro. "¡Ah! -clamó él con desesperación-. ¡Ya tampoco eso me falta!". Así parece estarle sucediendo al presidente Calderón. Ya no debe sentir lo duro, sino lo tupido. Y sin embargo pienso -y aquéllos con quienes he compartido esa opinión piensan lo mismo- que don Felipe está haciendo frente a la situación con entereza y tino, y ha demostrado cualidades que en circunstancias como las actuales se necesitan mucho: determinación, mano firme, prontitud de acción. Particularmente se ha visto eso en el caso de la influenza. (La palabra, italiana, se explica por la creencia de los antiguos de que el mal se debía al influjo de los astros). La autoridad actuó oportunamente, y de inmediato se dictaron medidas tendientes a prevenir los riesgos derivados de la súbita aparición de ese peligro. Pasará esta amenaza; volveremos a la rutina diaria -esa inadvertida bendición-, y todo volverá a ser igual. Habremos aprendido, sin embargo, lo frágiles que somos como individuos y como sociedad. Esperemos que de ese aprendizaje derive un mayor sentido de solidaridad social, y una mayor confianza en nosotros mismos y en nuestra capacidad para hacer frente a los males que nos amenazan... Un señor compró un erótico negligé para su esposa. Le costó 3 mil pesos. Ella lo vió y no le gustó nada. Pensó: "Está tan transparente que él no podrá notar que no lo traigo puesto. Mañana iré a devolver la prenda, y me quedaré con el dinero". Esa noche, en la penumbra de la alcoba, la mujer se presentó sin nada encima ante su esposo. "¿Cómo me queda el negligé?" -le preguntó coqueta. "¡Carajo! -exclama él con disgusto-. ¡Por 3 mil pesos al menos deberían plancharlo antes de venderlo!"... FIN.

Leer más de Torreón

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Torreón

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 430452

elsiglo.mx