"A mi marido le gusta hacer el sexo como los perritos". Así les dijo una señora a sus amigas. Comentó una, con pícara sonrisa: "¡Míralo, qué travieso!". "No -aclara la señora-. Le gusta hacerlo como los perritos porque cuando le pido sexo se tira panza arriba y se hace el muertito"... "¿Cuál es la diferencia entre vergüenza y pena?". Pirulina, joven con mucha ciencia de la vida, escuchó esa pregunta, y sin vacilar le dio respuesta. Dijo: "Hacer ciertas cosas es una vergüenza, pero no hacerlas es una pena"... Eva se dirigió a Adán en son de queja: "Si en verdad me quisieras ya le habrías ofrecido al Señor otra costilla, para que yo tuviera ayuda en la casa"... El adjetivo "grotesco" es término muy duro. Para definirlo el diccionario emplea otros adjetivos igualmente graves: ridículo, extravagante, irregular, grosero y de mal gusto. Pues bien: no se equivocará quien diga que los partidos políticos en México han excedido ya los límites de lo grotesco. Pongo por caso el cierre de campaña del candidato panista a gobernador de Nuevo León, Fernando Elizondo Barragán. Muy apropiadamente ese acto político se anunció a plana entera en la sección de espectáculos de los periódicos, pues para atraer a la gente a ese mitin se ofreció la actuación de artistas y conjuntos musicales de gran fama, y por lo tanto de gran costo. La entrada al show, de sobra está decirlo, era gratuita, y gratis igualmente la transportación por Metro. (Transportación dije, que conste, no acarreo). También es obvio señalar que los dineros para pagar ese carísimo espectáculo no salieron de los bolsillos del candidato panista, sino de los impuestos que con su trabajo pagan los nuevoleoneses a la Federación, y que en casos como éste no regresan en obras de beneficio a la comunidad, sino sirven para pagar actos así, destinados a apuntalar a un candidato y su partido. Engañar es malo, pero engañarse es peor. Ya pueden haber asistido a ese show 500 mil personas, o un millón, o dos. La verdad es que no fueron a ver al candidato, ni a escucharlo, aunque éste les haya asestado su discurso: fueron a divertirse con el espectáculo, a aplaudir a los artistas, a bailotear y echar relajo con su música. PAN y circo. Política subdesarrollada en un país que no puede encontrar aún las vías de su desarrollo. Es cierto: el mal es generalizado. Pero también es cierto que el PAN y los panistas imitan ahora, y acrecientan, los vicios que ayer tanto criticaron. ¿Sorprenderá, entonces, que muchos ciudadanos hayan decidido no ir a votar, o anular su voto en la próxima elección?.. Uglilia era más fea que un coche por abajo. En una fiesta en su casa les dijo con travieso mohín a sus amigos: "El que me adivine cuántos años tengo podrá pasar conmigo un agradable rato". Dice uno: "Mil quinientos años". Uglilia lo toma de la mano, y al tiempo que lo conducía a la recámara le dice: "Bueno, años más, años menos..."... Don Senilio, señor de edad madura, iba a casar con Pomporosa, mujer en flor de edad. A fin de cumplir con el débito conyugal a que lo obligaba su condición de esposo se tomó una pastilla de Viagra. Pensó, sin embargo, en los frondosos atributos de su desposada, y se tomó otra, y otra, y otra más. Su organismo no pudo con la copiosa dosis, y el flamante novio entregó el alma antes aun de comenzar la noche de las nupcias. Ella avisó del desastrado suceso a los parientes del finado. Uno de ellos le preguntó: "¿A qué horas van a traer el cuerpo?". "No sé -responde Pomporosa, gemebunda-. Todavía no pueden cerrar la tapa del ataúd"... (No le entendí)... FIN.