El odontólogo tenía una amiguita, mujer casada ella. Dos veces por semana se reunían en el consultorio del facultativo, y ahí llevaban a cabo su erótico deliquio. Un día le dijo ella: "No podemos seguir viéndonos en tu consultorio, Odón. Debemos buscar otro lugar para nuestros encuentros". "¿Por qué? -responde el odontólogo-. Aquí es un lugar discreto. Los moteles de pago por evento son muy caros: 400 pesos habitación sencilla, y con jacuzzi, 700. Además alguien podría vernos entrar, o salir. Mi consultorio es el lugar ideal. Ni tu marido ni mi asistente sospechan lo que hacemos; piensan que estás aquí como paciente". "Es cierto -admite la mujer-. Pero ya nada más me queda un diente"... Doña Macalota, nueva rica, fue a comer con una amiga en un restaurante japonés.Tras observar a los comensales comentó doña Macalota: "Si los japoneses son los magos de la tecnología que dicen, entonces ¿por qué comen con palitos?"... La señora que acababa de dar a luz notó un gesto de preocupación en el pediatra que revisó a la criatura. Le preguntó angustiada: "¿Tiene algo mi bebé, doctor? ¡Dígame! ¿Tiene algo?". "Su bebé nació bien, señora -responde el especialista-, y está perfectamente sano. Pero tiene una peculiaridad muy especial: es hermafrodita". "¿Hermafrodita? -repite con inquietud la parturienta-. ¿Qué quiere decir eso?". "Quiere decir -le explica el médico- que posee al mismo tiempo características de hombre y de mujer". "¡Dios mío! -exclama consternada la señora-. ¿Significa eso que tiene pene y cerebro?"... En la cantina le dice un tipo a su amigo: "Te noto preocupado, Salaziel. ¿Algún problema con tu esposa?: "No -contesta el otro-. El problema es con la tuya". "¿Con la mía? -se sorprende el primero-. ¿Qué problema tienes con mi esposa?". Responde el amigo con acento sombrío: "Creo que nos está engañando"... Aquel pobre señor tuvo un accidente automovilístico tremendo. Salvó la vida, pero se vio en el hospital vendado de la cabeza a los pies, igual que momia egipcia. Para colmo de males debía recibir el alimento a través de una sonda rectal. Una tarde le dice la enfermera: "Me enteré de que hoy es su cumpleaños. Para celebrarlo le voy a dar pastel de crema con ralladura de coco. Sin la velita, claro". Empezó, en efecto, a darle una porción de aquel rico manjar de cumpleaños. Pero no bien había empezado a suministrárselo cuando el señor gritó desesperado: "¡Ya no! ¡Ya no!". "¿Qué? -bromea la enfermera-. ¿No le gustó el pastel?". "Olvídese de si me gustó o no -responde el lacerado-. Pero no me puedo mover sin sentir dolor, y la ralladura de coco me hace cosquillas allá donde le platiqué"... Doña Jodoncia le dice a don Martiriano, su marido: "Ya no te estés ahí sentadote, mirando la televisión. Ve al jardín a regar las plantas". "Pero, mujer -se atrevió a contestar don Martiriano-. Está lloviendo a cántaros". "Ponte impermeable" -replica doña Jodoncia con tono perentorio... El castor y el conejo veían la enorme presa Hoover. Le dice el castor al conejo: "A decir verdad yo no la construí. Pero está basada en una idea mía"... En el jardín de niños la pequeña Rosilita le pregunta a la maestra: "Profesora: mi mami ¿puede quedar embarazada?". Pregunta a su vez la docente: "¿Qué edad tiene tu mamá?". "40 años" -contesta Rosilita. "Entonces sí puede quedar embarazada" -le dice la maestra. "Y mi hermana -inquiere la niñita- ¿puede quedar embarazada?". "¿Qué edad tiene tu hermana?" -quiere saber la profesora. "18 años" -responde la pequeña. "Definitivamente, sí puede quedar embarazada -le indica ella. "Y yo -pregunta tímidamente Rosilita- ¿puedo quedar embarazada?". "Claro que no -sonríe la maestra-. Tienes apenas 5 años. No puedes quedar embarazada". Desde el fondo del salón se escucha la voz de Pepito: "¿Lo ves? Te dije que no había motivo de preocupación"... FIN.