Lord Feebledick llegó a su casa aquel domingo luego de terminar la cacería de la zorra -en la cual se lució su perro "Grunty"-, y sorprendió a su esposa, lady Loosebloomers, en trance de coición con Wellh Ung, el fornido mocetón encargado de la cría de faisanes. "Futz!" -exclamó milord, airado. Ese juramento, que aprendió en el Soho, es de origen incierto. Deriva quizá del yiddish "arumfartzen", eufemismo para aludir al acto del amor carnal. "Feebledick -le dijo la señora al verlo-. En este momento ¿vas a venir con disquisiciones filológicas?". "No soy yo quien las está haciendo -se defendió lord Feebledick-, sino el narrador de este suceso". "Pídele entonces que no me distraiga de mi ocupación" -le ordenó lady Loosebloomers. Y así diciendo continuó su tarea fornicaria. Desolado, lord Feebledick se dirigió al salón de fumar y le pidió a su mayordomo Prickie que le sirviera una copa de coñac. "Mi mujer me engaña" -le dijo con sombrío acento. "¡Por San Jorge! -exclamó Prickie, que los domingos era católico romano-. Entiendo que engañe a milord, pero a mí ¿por qué?"... Tampoco entiendo yo por qué los panistas se engañan a sí mismos. ¿Recuerdan mis cuatro lectores a Ianni Tzingas? Es uno de los innumerables personajes de esta columnejilla, y hacía mucho tiempo no asomaba las narices por aquí. De origen húngaro, Ianni acostumbra enviar misivas recriminatorias a personas o instituciones a las que juzga merecedoras de censura, y pone al término del réspice su firma, que por su sonido parece apóstrofe final: "Ianni Tzingas". Pues bien: he aquí el último anatema que Ianni fulminó. Está dirigido "Al PAN, en su oficina central, la residencia presidencial de Los Pinos", y dice así: "Perdido tienes, PAN, el rumbo. La designación de César Nava como tu nuevo dirigente nacional se hizo por dedazo del Presidente Calderón, cuya consigna fue acatada en forma casi unánime por la cúpula panista. Añadiste así un nuevo clavo, oh PAN, al ataúd en que vas a la sepultura en 2012. Se acabó el ímpetu democrático que alguna vez alentó en tus militantes. Eres ahora copia viva -o no tan viva ya- de tu eterno adversario, el PRI, al que con acres adjetivos calificaste siempre. No me hables ya de democracia. Tampoco menciones términos como debate, pluralidad, autonomía y otros semejantes. Con la designación de Nava perdiste toda autoridad para usar esos conceptos. El lugarteniente o delegado de don Felipe toma el timón de la maltrecha nave del PAN -si me es permitido ese símil, al mismo tiempo náutico e inédito- cuando el barco parece ir al garete, a la deriva, sin gobierno; sus tripulantes divididos y postrados por sus derrotas últimas (que no serán sus últimas derrotas); descuadernado el maderamen; caída la arboladura, y el velamen roto. Al frente de ti, PAN, estará César Nava, teóricamente, pero el césar verdadero estará enfrente, con lo cual se evidenciará un 'pangobierno' igual en todo al 'prigobierno' que otrora padecimos. Más dedazos de Calderón seguirán a éste. De seguro los próximos candidatos panistas saldrán ahora de Los Pinos, del mismo modo que ayer salían los candidatos priistas. Reconócelo, PAN: tú, que tanto luchaste por la democracia, vas ahora a contracorriente de ella". Ianni Tzingas... La pareja de recién casados llegó al hotel de playa donde pasarían su luna de miel. En el lobby una estupenda rubia le dijo al novio: "¡Hola, precioso! ¿De nuevo por aquí? Te espero esta noche en el bar, para tomarnos unas copas. Hay ciertas cosas que debemos aclarar". Así diciendo la estupenda rubia se alejó. La recién casada le pregunta hecha una furia a su galán: "¿Quién era esa mujer". "Por favor, linda -responde el individuo- bastante problema voy a tener hoy en la noche para explicarle a ella quién eres tú"... FIN.