Capronio, ya se sabe, es todo un bode. Ese término, "bode", lo registra el lexicón de la Academia como sinónimo de la voz "cabrón", que -sin perdón sea dicho- así se llama el macho de la cabra. (Censores: no vayan a mutilarme esa palabra). Cierto día un amigo de Capronio lo invitó a cenar en restorán, y le pidió que llevara consigo a su señora. A la hora de pedir los refrescos la mujer le pidió con voz tímida al mesero: "Me da una Doble-Cola, por favor". "¡Bode! -le dijo el amigo a Capronio, usando, claro, el otro término-. ¿Cuánto hace que no sacas a tu esposa?". (Nota: ese refresco dejó de consumirse hace más de cuatro décadas, aproximadamente cuando se estrenó la película "Village of the Damned" -1960; en español "Pueblo Maldito" o "Pueblo Embrujado"- película inglesa dirigida por Wolf Rilla y protagonizada por George Sanders, aquel extraordinario y elegante actor británico que se suicidaría 12 años después "por puro aburrimiento", según dijo en su mensaje póstumo)... Asistí el pasado jueves a una emotiva ceremonia que tuvo lugar en ese hermoso merengue porfiriano que es el Palacio de Bellas Artes. Ahí evocamos la señera figura de don Gilberto Rincón Gallardo al cumplirse el primer aniversario de su fallecimiento. Estuvo en la ocasión la señora Margarita Zavala, y compartió con el público sus recuerdos del homenajeado. ¡Qué gran Primera Dama tenemos ahora los mexicanos! En su breve intervención doña Margarita mostró su sencillez, su inteligencia, su conocimiento de las cosas de México y su honda calidad humana. La presencia de la esposa y compañera de luchas de Rincón Gallardo, Silvia Carolina Pavón, y la de sus hijos y nietos, puso emoción en el evento. Hubo algo que conmovió a los asistentes: un coro de muchachas y muchachos discapacitados interpretó con el lenguaje de los sordomudos el "Himno a la alegría", de Beethoven. Son alumnas y alumnos de la Universidad Tecnológica de Santa Catarina, Nuevo León, institución que en México es pionera en la tarea de dar educación superior a los jóvenes que sufren alguna forma de discapacidad. Esa ejemplar labor se debe principalmente al C.P. José Cárdenas Cavazos, rector de la UTC, quien, inspirado por las ideas humanistas de don Gilberto, ha realizado una incansable labor de bien en esa institución, de la cual han egresado, junto a los alumnos regulares, varias generaciones de discapacitados que en su gran mayoría -90 por ciento- trabajan ya en empresas regiomontanas cuyo sentido de responsabilidad social las ha llevado a contratarlos para aprovechar su talento, dedicación y habilidades. Rincón Gallardo fue un gran mexicano. Tuvo limitaciones, pero nunca tuvo límites. Luchó por un país que padecía la discapacidad representada por la falta de libertad y democracia, y luego dedicó su vida a la defensa de quienes padecen cualquier forma de discriminación. Recordar su figura es importante ahora que México sufre tantos daños por la falta de diálogo, de tolerancia, de pluralismo; de todos los valores de bien, de justicia y de verdad que don Gilberto Rincón Gallardo abanderó... Babalucas oía a un pianista. La señora que estaba al lado comenta: "¡Qué música tan pegajosa!". "Es explicable -responde el tonto roque-. El piano es de cola"... La señora le pidió a su esposo que hablara con su hijo, muchacho adolescente, sobre la cuestión del sexo. Terminada la conversación, la madre del crío le preguntó al señor cómo le había ido en la plática con su hijo. "Muy bien -dice el progenitor-. Aprendí muchas cosas que no sabía"... FIN.