La señorita Peripalda, catequista, le preguntó a la niña Rosilí: "¿Sabes qué es un falso testimonio?". Responde la pequeña: "No estoy segura, pero entiendo que es algo que se les levanta a los hombres"... Himenia Camafría, madura señorita soltera, comentaba con una amiga bastante más joven que ella: "A mí no me gusta hablar de mi juventud". "¿Por qué? -pregunta la muchacha-. ¿Qué le pasó cuando era joven?". "No me pasó nada -responde con tristeza la señorita Himenia-. Por eso no me gusta hablar de mi juventud"... Un asesino que había sido ajusticiado en la silla eléctrica llegó al infierno. El diablo recepcionista lo atendió amigablemente: "Pase usted, señor. Tenga la bondad de sentarse". "No, gracias -contestó el recién llegado-. Vengo de estar sentado"... Dos borrachitos se encontraron. Dice uno: "Te invito a una fiesta de quince años". "No, manito -responde el otro-. Yo cuando mucho aguanto ocho días"... Con cuidado debe andar el Gobierno Federal en su proyecto de aumentar impuestos. Los golpes que en el bolsillo se reciben duelen mucho, y la ciudadanía carga ya con gravámenes pesados. Si a eso se añade la convicción generalizada de que muchos de los dineros recaudados van a dar a malas manos, esa molestia aumenta más. En efecto, no se ve que los esfuerzos de los contribuyentes sean correspondidos por la administración con una obra pública visible. Lo recaudado, perciben los ciudadanos, se dedica en buenba parte a sostener el pesado aparato estatal. Cuestiones como el alto costo de los partidos políticos, y el elevado número de diputados y senadores, son también factores de ese descontento. Midan bien, pues, sus pasos los encargados de las finanzas públicas. Como dice la frase consagrada: no está el horno para bollos... El famoso nadador se disponía a cruzar el Canal de la Mancha. Le aconseja Babalucas: "Si te cansas, échate agua en la cara"... Muy preocupada le dice la muchacha a su novio: "Libidiano: ya han pasado tres semanas desde la vez que estuvimos juntos, y no me han llegado mis días". "No te inquietes -la tranquiliza él-. A lo mejor simplemente se les olvidó"... En el jet un pasajero se veía nervioso. La amable azafata le pregunta: "Lo miro inquieto, señor. ¿No cree que una bebida le ayudaría a serenarse?". El pasajero pidió un whiskey, y lo bebió de un trago. Poco después regresó la azafata, y lo vio más nervioso aún. "¿Quiere otra bebida?" -le ofreció-. El pasajero asintió, sudando copiosamente. La muchacha le trajo otro whisky, y el hombre lo bebió con ansiedad igual. Pasó otro rato, y la azafata regresó a ver cómo estaba el pasajero. Lo encontró más angustiado aún, tan angustiado que lloraba desesperadamente. "Señor -le dice la muchacha, preocupada-. Nunca había visto a alguien con tanto miedo de volar". "No tengo miedo de volar -responde el hombre-. Lo que pasa es que estoy tratando de dejar la bebida"... Se acaba de conocer el primer caso de muerte causada por el Viagra. Un hombre se tomó 12 pastillas, y su esposa falleció... La mamá de Pepito mostraba las evidentes señas de un próspero embarazo. Le preguntó el chiquillo: "¿Que tienes en la panza, mami, que se te ve tan grande?". La señora, sonriendo con ternura, le respondió: "Tengo un niño". "¿Un niño?" -se asombra el chiquillo-. Y ¿quién te lo dio?". Con la misma sonrisa contesta la señora: "Me lo dio tu papá". Corriendo Pepito va con el señor y le dice: "Papi: ya no le des más niños a mi mami. ¡Se los come!"... FIN.