Torreón Calidad del aire Peregrinaciones Tránsito y Vialidad

DE POLÍTICA Y COSAS PEORES

ARMANDO CAMORRA

Un hombre fue con el padre Arsilio y le dijo desesperado: "¡Me sucede algo espantoso, señor cura! ¡Creo que mi esposa me está envenenando!". "¡No puede ser! -se asustó el buen sacerdote-. ¿Por qué piensas semejante cosa?". Responde el individuo: "Desde hace tiempo noto un sabor extraño en mi café, y cada día me siento más débil". Dice entonces el padre Arsilio: "No conozco a tu esposa, pero pídele que venga mañana a hablar conmigo". La noche siguiente el párroco llamó por teléfono al pobre hombre. "Ya conocí a tu mujer -le informó-. Tres horas estuve hablando con ella; la vi tal como es". Pregunta con angustia el lacerado: "Y ¿qué debo hacer?". Responde sin vacilar el padre Arsilio: "Tómate el veneno"... En la oficina Babalucas se veía desolado. "No encuentro mi cartera -dijo a sus compañeros-. Y estoy seguro de que la traía". Le pregunta uno: "¿Buscaste en los bolsillos del pantalón?". "En todos -responde Babalucas-, y no estaba ". "¿Buscaste en la bolsa de la camisa?". "Nunca llevo la cartera ahí -contesta Babalucas-, pero también ahí busqué, y no estaba". "Buscaste en las bolsas del saco?". En ambas. Tampoco estaba ahí". "¿Buscaste en el bolsillo interior izquierdo del saco?". "También. Y la cartera no está". "Y en el bolsillo interior derecho ¿ya buscaste?". Responde Babalucas: "Ahí no he buscado". "¿Por qué?" -se asombra el otro. Replica con enojo el tonto roque: "¿Quieres que agote la última esperanza que tengo de encontrarla?"... La linda chica le contó a un abogado que su novio la sedujo, y después de embarazarla huyó de la ciudad. "¿Hay algo que se pueda hacer, licenciado?" -preguntó. Responde el jurisperito: "Creo que se le puede multar por haber abandonado el lugar de un accidente después de haberlo provocado"... Un grupo de destacados vecinos del Centro Histórico de la Ciudad de México, entre ellos el admirado y querido Jacobo Zabludovsky, recibirán del Gobierno capitalino un premio por su amor al lugar en que nacieron, y por las buenas obras que han hecho a sus moradores. Reconocimiento especial debería recibir quien entregará las preseas: Marcelo Ebrard. Independientemente de cualquier otra consideración, lo cierto es que el Jefe de Gobierno del Distrito Federal nos devolvió a los mexicanos el corazón de la República. Cuando se hizo cargo de la administración, el Centro Histórico estaba hecho un ascoso muladar. Los comercantes ambulantes habían convertido en propiedad privada la vía pública, y era casi imposible el paso por el primer cuadro. Ignoro qué hizo Ebrard para sacar de ahí a esos vendedores, pero el centro cordial de la Nación volvió a vivir, y luce ahora su rostro en modo espléndido. Los hermosos edificios coloniales; los antiguos templos; las nobles casonas que aparecen en los relatos de Valle Arizpe o González Obregón, todo nos fue devuelto, y podemos disfrutar ahora de esas bellezas sin sobresalto alguno. Muchas veces he criticado desfavorablemente a Ebrard. Pues bien: ahora lo propongo para que en ocasión futura reciba el reconocimiento que merecen quienes se han esforzado en preservar para los mexicanos ese precioso joyel de México, de América y del mundo: el Centro Histórico de nuestra Capital. En el ínterin, y a modo de adelanto, le envío a don Marcelo mi sincero aplauso: ¡Clap clap clap clap clap clap clap!... El papá de Pepito se sorprendió al ver que su hijo tenía bicicleta nueva. "¿Cómo la conseguiste?" -le preguntó. Responde el niño: "Dando vueltecitas". "¿Cómo dando vueltecitas?" -pregunta el señor sin entender. "Sí -explica Pepito-. Cuando tú no estás viene el vecino con mi mamá, y me dice: 'Toma 50 pesos; vete a dar una vueltecita'"... FIN.

Leer más de Torreón

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Torreón

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 478402

elsiglo.mx