En la fiesta le dice un invitado a otro: "Mira qué mujer tan horrible aquella que está allá. Ni por dinero me la tiraba yo". "¡Óigame! -protesta el otro-. ¡Esa mujer que usted dice es mi señora!". "Caray, discúlpeme -se azora el individuo-. Entonces sí me la tiro. Es más: de gratis"... Celiberia Sinvarón, madura señorita soltera, le dijo a su amiga Himenia, célibe también: "Supe que tienes un amigo negro". "Así es -responde la señorita Himenia-. Ya estaba harta de pasarme las noches en blanco"... Le dice el médico al maduro señor: "Lo siento, don Languidio. Esa operación sirve nada más para elevar el busto femenino" (No le entendí)... Después de estar 20 años en la cárcel -su sentencia era de 30- aquel reo escapó de la prisión. Su fuga fue noticia de todos los noticiarios de la tarde. Llegó el sujeto a su casa, agitado y sudoroso tras la escapatoria. Le reclama su mujer hecha una furia: "¿Dónde andabas, bellaco? ¡En la tele dicen que te escapaste hace cinco horas!"... El reverendo Calvínez fue a visitar a uno de sus ricos feligreses a fin de pedirle un donativo para la iglesia. Cuando llegó había una fiesta en la casa del dineroso caballero. La reunión era de las de rompe y rasga: cuando el pastor fue introducido en la sala los invitados estaban jugando un atrevido juego: una señora vendada iba palpando la entrepierna de los señores para tratar de adivinar su identidad. "Me voy -le dice con azoro el reverendo al anfitrión-. Creo que este lugar no es para mí". "Se equivoca, pastor -le dice el dueño de la casa-. Su nombre ya ha sido mencionado cinco veces"... Habrá que considerar hasta qué punto el mayor estorbo para el desarrollo de México es el Gobierno. La estructura oficial parece haber heredado todos los vicios de la pesada estructura colonial: la corrupción, la ineficiencia, y, sobre todo el burocratismo. Hay una infinidad de complicados trámites con que los funcionarios y empleados del Estado enredan a los ciudadanos y les impiden actuar con libertad. Cuando decimos que los mexicanos somos libres estamos hablando sólo en teoría, porque en la práctica el Estado parece afincarse en la idea de que los ciudadanos no son eso, sino súbditos, y les impone toda suerte de obligaciones, muchas veces imposibles de cumplir. Estamos sometidos a un estado todopoderoso que no tiene idea de que su fin es lograr el bien común y propiciar las acciones legítimas de sus gobernados. Una reforma política de fondo deberá impedir que quienes tienen el poder lo sigan usando contra la gente, en vez de usarlo para servir y ayudar a la gente... Estaban tres amigos platicando. Dice uno: "Mi doctor me recomendó jugar golf. Dice que a nuestra edad ese deporte es excelente para la salud. ¿Por qué no lo intentamos? Para jugar golf necesitas sólo unos bastones, una pelotita y un agujerito. Si ustedes quieren jugar, yo pongo los bastones". "Yo -dice el segundo- pongo la pelotita". "Y yo no juego" -dice el tercer amigo... Don Chinguetas, hombre egoísta, iba en el autobús diciendo pestes de la actual generación. "Ya no hay educación -bufaba-. Los jóvenes no tienen ninguna consideración con sus mayores''. "No se queje, señor -le dice una muchacha-. Yo vi cómo un joven se levantó para cederle a usted su asiento''. "Sí -reconoce don Chinguetas-. Pero mi esposa va de pie''... Ovonio Grandbolier, el hombre más perezoso del condado, se topó con un antiguo amigo suyo de la preparatoria. "Soy médico -le cuenta el amigo-. Me dedico a la Medicina del Trabajo''. "¿Medicina del Trabajo? -exclama Grandbolier-. ¡Ya decía yo que el trabajo es una enfermedad!''... Una joven señora se jactaba de su buena figura. "Ahora peso menos que el día que me casé''. "Es cierto -reconoce una de sus amigas-. Pero es que ahora no estás embarazada''... FIN.
