"Rosilita, niña de 6 años, le pidió a su mamá: "Mami, ¿me prestas tus pastillas anticonceptivas?". "¡Santo Cielo! -exclamó asustada la mamá-. ¿Para qué?". Responde la niñita: "Es que ya no quiero que Santa Claus me traiga más muñecas"... El cuento que en seguida voy a contar describe con dramáticos matices la villana actitud de algunos hombres. Capronio llegó a su casa por la noche. Venía poseído por urticantes ansias amorosas. Después de acicalarse bien se puso su mejor piyama -la de seda- y se metió en el lecho conyugal. Desde ahí llamó a su mujercita con melodiosa voz: "¿Dónde está mi palomita?". Llegó la señora, y al entrar en la alcoba tropezó con un pliegue de la alfombra. Solícito, le pregunta él con ternura: "¿Se hizo daño mi corazoncito?". La señora se dirigió al lecho, y Capronio tendió los brazos lleno de pasión. "¡Méngache mi chiquitita! -le dice con melífico tono arrebatado-. ¡Méngache mi cielo, mi vida, mi amor!". Se consumó la unión connubial. Acabado el trance, la señora se levantó para ir al baño, y tropezó de nuevo con la alfombra. Y le dice Capronio: "Levántalas, indeja"... Definición de "edad madura": Es la edad que tienes cuando ya no te importa a dónde va tu señora, con tal de que no tengas que acompañarla... El director del zoológico les dice a los visitantes: "Tenemos una pareja de orangutanes de Borneo rarísimos. De esos monos quedan solamente unos cuantos ejemplares en el mundo. Para conseguir que la pareja que tenemos aquí se reproduzca, hemos ideado un experimento: nuestros investigadores les proyectan películas pornográficas". Pregunta uno: "Y ¿consiguieron con eso que los orangutanes se aparearan?". "Aún no -responde el director-. Pero todas nuestras investigadoras ya están embarazadas"... Dos amigas viajaron a Las Vegas. En el hotel pidieron habitaciones separadas. Cierta noche una de ellas llamó por teléfono a la otra. "Me acaba de suceder algo extraordinario -le dice-. Un hombre vino a mi cuarto. Me contó que me vio en el casino y que sintió un súbito amor por mí. Seguidamente sacó una pistola y me dijo: 'Si no haces el amor conmigo, me suicidaré aquí mismo'".. "-¡Qué barbaridad! -exclama alarmada la amiga-. Y ¿qué sucedió?". Responde la otra: "¿Oíste algún disparo?"... Don Martiriano le pregunta al agente de tránsito: "¿Puedo estacionarme aquí?". Le contesta el agente, terminante: "No". Vuelve a preguntar don Martiriano: "¿Y todos los que se estacionaron aquí mismo?". Responde el agente: "Ellos no preguntaron"... Los mexicanos comen más alimentos grasos que los ingleses y los norteamericanos, y sin embargo sufren menos ataques cardiacos que ellos. Los norteamericanos y los ingleses consumen menos azúcares que los italianos, y sin embargo presentan más obesidad que ellos. Los franceses hacen menos ejercicio físico que los ingleses y los norteamericanos, y sin embargo no padecen tanta hipertensión como ellos. Los ingleses y los norteamericanos no toman tanta cerveza como los alemanes, y sin embargo entre ellos hay más casos de alcoholismo. Conclusión: hablar inglés es lo que jode... En la cocina del convento las monjitas preparaban la cena del día último. De pronto prorrumpe una novicia joven: "¡Necesito un curita!". "¿Te cortaste? -se alarma Sor Bette, la madre superiora. ¡Ponte en la cortada una telita de cebolla!". Replica la novicia: "¿Quién habló de cortarse?"... Una chica jamás había ido al beisbol. Su novio la llevó a un juego. En la segunda entrada un bateador recibió base por bolas. Le dice ella al muchacho: "Tú me explicaste que para que un jugador vaya a primera base debe pegar un hit. Éste ni siquiera tocó la pelota, y sin embargo va a la base". Le dice el novio: "Es que tiene cuatro bolas". "Ya entiendo -responde la muchacha-. Con razón va tan despacio"... (No le entendí)... FIN.