Agotada, desfallecida, exhausta, le dice la recién casada a su insaciable maridito: "¡Te amo, Enrique!". "No me llamo Enrique" -se atufa él. "Perdona -responde la muchacha-. Pensé en el rey Enrique porque tú también ya vas en el octavo". (No le entendí)... Dos cazadores salieron del campamento en la mañana. Por la tarde regresó uno de ellos cargando en sus espaldas un venado. Le pregunta el guía: "¿Y su compañero?". Responde el cazador: "A medio camino se desmayó, no sé por qué". "¿Y lo dejó ahí tirado?" -exclama asombrado y con enojo el guía. Explica el otro: "La elección era difícil, pero al final pensé que a él nadie se lo iba a robar"... El jovenzuelo se presentó ante el juez a pedir el divorcio. "¿Por qué te quieres divorciar?" -le pregunta el juez. Contesta el muchacho: "El papá de mi esposa me engañó". "No entiendo -manifiesta el juez-. ¿Por qué dices que te engañó?". Explica el galancete: "Me acabo de enterar de que la escopeta con que me amenazó para que me casara no estaba cargada"... Le pregunta Babalucas a una señora: "¿Qué autobús me lleva al estadio de futbol?". "El número 35" -le informa la mujer. Por la tarde la señora volvió a pasar por esa misma esquina. Ahí seguía Babalucas. "¿No fue al estadio?" -le pregunta. "Todavía no -responde el badulaque-. Apenas han pasado 30 autobuses"... Otro de Babalucas. Vio a su vecino instalando algo en el jardín. "Qué es eso?" -le pregunta. "Es un reloj de sol" -responde el hombre. "¿Cómo funciona?" -se interesa el tonto roque. Le explica el vecino: "El sol da en este pequeño triángulo, y proyecta una sombra sobre la carátula. Conforme el sol se mueve se va moviendo también la sombra. Así se sabe la hora". "¡Esos científicos! -se maravilla Babalucas-. ¿Qué se les irá a ocurrir después?"... Le dice un golfista a otro: "Mi médico me recomendó dejar el golf". "¿Por qué?" -se extraña el otro. Declara, mohíno, el golfista: "El otro día vio cómo juego"... Declara la famosa feminista en el curso de su conferencia: "En este condado las mujeres estamos en absoluta desventaja numérica: hay 7 hombres por cada mujer". Rosibel, presente en la conferencia, se inclina hacia su compañera de asiento y le dice al oído: "Ni tan en desventaja. Yo me me eché a mis siete"... Aquel adolescente era muy aficionado a las ciencias químicas. Les pidió a sus papás en Navidad un juego que contenía equipo y materiales para hacer experimentos. Recibió el estuche, y de inmediato fue a la cochera a jugar con su regalo. Poco después el señor fue a ver qué estaba haciendo su hijo. Lo encontró clavando un clavo en la pared. "¿Para qué pones ese clavo?" -le pregunta. "No es un clavo -responde el muchachillo-. Es un pedazo de cordón. Lo mojé en un líquido que hice en esta probeta, y adquirió una rigidez y una dureza como de metal". "-Hijo mío -dice el papá-. Si me das un poco de ese líquido, y si funciona como dices, mañana te compraré un Volkswagen". El muchacho, asombrado por la proposición, le entregó la probeta a su papá. Al día siguiente el adolescente salió a la puerta, y vio frente a la casa un Ferrari último modelo. "¿Y ese coche? -le pregunta a su papá. "El vocho que te prometí está en la cochera -le informa el señor-. El Ferrari te lo regala tu mamá"... FIN.