Los especialistas dicen que este problema es padecido por muchos adultos que ni siquiera lo sospechan, pero son víctimas del mal.
Los especialistas dicen que este problema es padecido por muchos adultos que ni siquiera lo sospechan, pero son víctimas del mal.
Es común escuchar que un niño sufre el Trastorno por Déficit de Atención (TDAH), pero la gente debe saber que es un problema de salud que suele afectar a los adultos e influir en diferentes áreas de su vida, advierte la psicóloga Regina Ojeda, responsable terapeuta en sicología y educación integral (PEI).
Los adultos con TDAH, explica, “frecuentemente son inmaduros e impacientes”. En el trabajo, se caracterizan por ser poco ordenados y tener dificultad para terminar las tareas que realizan, “razones por las que las personas con el trastorno frecuentemente están cambiando de empleo”.
Tendencias peligrosas
La especialista llama la atención sobre que debido al bajo control de sus impulsos, los adultos con TDAH pueden tener hábitos de beber y comprar compulsivamente. Hay adultos que viven con el trastorno y padecen problemas de conducta, y tienen un mayor riesgo de consumir drogas.
Un adulto con TDAH en una familia puede ser fuente de dificultades de convivencia y en las relaciones de pareja se ha encontrado que el trastorno puede ser una causa de divorcio.
Es un tema poco conocido, pero actualmente es posible tratar a los adultos que lo sufren. “Para ello, es importante acudir con personal especializado para que se realice un diagnóstico y dé un tratamiento adecuado”, dice Regina Ojeda.
Orígenes del mal
La experta en asuntos mentales menciona que es conocido que el trastorno se da en niños y quienes lo padecen suelen ser personas impulsivas, hiperactivas y con problemas para mantener su atención. Tanto en la casa como en la escuela, los pequeños con TDAH son desordenados, hablan con rapidez y rara vez terminan una tarea.
Asimismo, presentan un bajo rendimiento académico, problemas de conducta y dificultad para concentrarse.
Por lo general, es un problema que se detecta en la escuela, pero hay que contar con un buen diagnóstico realizado por profesionales especializados.
Cuando los padres identifican que sus hijos presentan manifestaciones de TDAH, empiezan a conocer sobre el tema, algunos se dan cuenta de que cuando eran pequeños, presentaban las mismas manifestaciones de hiperactividad, impulsividad y falta de atención.
Algunos síntomas:
Algunas de las manifestaciones entre las personas mayores son:
- Bajo control de impulsos, problemas para mantener la atención, ser una persona inquieta, mover frecuentemente manos y pies, dificultad para realizar actividades relajadas, dificultad para organizarse.
- Suelen querer las cosas inmediatamente y no piensan en las consecuencias de sus actos.
- Otras señales son hablar excesivamente, dificultad para mantener conversaciones con otros, se distraen con facilidad, dificultad para esperar su turno, perder cosas con frecuencia y decir cosas sin pensar.
