WASHINGTON, EU.- La secretaria de Estado, Hillary Clinton, defendió ayer el apoyo de EU al Gobierno de México en su lucha contra los cárteles de la droga como parte de la "responsabilidad compartida" que busca reforzar no sólo la alianza con su vecino del Sur, sino salvaguardar los intereses en materia de seguridad.
Sin hacer ninguna mención a la intensa polémica desatada por las denuncias de abusos y torturas perpetrados por el Ejército Mexicano, Clinton se refirió en términos parcos y generales al apoyo que la Administración de Barack Obama ha ofrecido al Gobierno de Felipe Calderón en la Iniciativa Mérida.
"Cuando hablo de nuestro obvio papel y responsabilidad en la actual lucha contra el narcotráfico en México, algunos han sido críticos", aseguró Clinton en un discurso pronunciado en el Consejo de Relaciones Exteriores donde habló de las responsabilidades a las que EU no puede dar la espalda como la lucha contra el calentamiento global o la guerra contra el narco en México.
Cuando critican esta ayuda a México, dijo, "demuestran que están perdiendo de vista nuestra capacidad para asumir responsabilidades y nuestra voluntad y disposición para cambiar y hacer las cosas correctas" frente a retos como la lucha contra el narcotráfico que ha supuesto un elevado costo para México en términos de vidas humanas y estabilidad social.
Esta política de asumir la responsabilidad compartida con México, añadió, tiene que ser considerado no sólo como un "signo distintivo de nuestra grandeza como nación", sino como el deseo de "forjar coaliciones que estén al servicio de nuestros propios intereses" en materia de seguridad.
La lucha contra el narcotráfico que comparte la administración Obama con el Gobierno de México, bajo el esquema de cooperación de la Iniciativa Mérida, fue mencionado así por Hillary Clinton como ejemplo de uno de los puntos de colaboración que hoy sustentan la nueva política exterior de Estados Unidos.
Un principio que encaja dentro de una más amplia doctrina bautizada por Clinton como "el poder inteligente" que tiene base el rescate del multilateralismo y la cooperación internacional con el objetivo de "crear unidad de acción" para salir al paso de los desafíos desde el convencimiento de que "ninguna nación puede actuar sola frente a los desafíos globales".