Socorristas de la Cruz Roja Mexicana desalojan a un hombre herido durante una riña entre internos en el penal de Santa Adelaida, en Matamoros, Tamaulipas. (EFE)
Elementos del Ejército Mexicano, así como de las Policías Federal y Ministerial del Estado, resguardaron el Centro de Ejecución de Sanciones número dos de Matamoros, luego del motín que se suscitó ayer por la mañana con saldo de dos muertos y al menos 36 heridos, cinco de gravedad.
Según las indagatorias, la reintegración al resto de la población carcelaria de un grupo de internos castigados por pelear durante la noche del miércoles, provocó un nuevo enfrentamiento, en el que salieron a relucir armas de fuego.
A las 08:45 horas, dos grupos antagónicos, a los que se fueron sumando otros internos, comenzaron a golpearse con objetos, como palos y otros artefactos, que usaron como armas blancas.
Una hora y 15 minutos después, agentes federales tomaron el control del penal y acordonaron el área, luego de la impotencia mostrada por las autoridades estatales para ingresar al inmueble, ubicado en el ejido Santa Adelaida.
Incertidumbre
En el exterior del penal de Matamoros, sobre la carretera Sendero Nacional, decenas de familiares exigieron a gritos se les informara de los hechos. A la expectativa por los escasos reportes oficiales y la nula confirmación sobre los posibles decesos, algunos presentaron cuadros de crisis nerviosa al escuchar la serie de detonaciones de arma.
No obstante, el director estatal de los Centros de Ejecuciones de Sanciones, Pedro Benavides Benavides, explicó más tarde que los disparos fueron dirigidos al aire por los mismos celadores del penal, con la finalidad de intimidar a los rijosos y de controlar el motín que se generalizaba.
Detalló, luego de confirmar las dos muertes, que “el pleito inició entre cuatro internos, dos y dos, de grupos antagónicos y poco a poco otros internos se sumaron. Se pegaron con objetos contundentes como palos y otros artefactos”.
Pasadas las 11:00 de la mañana, en el hospital Alfredo Pumarejo, los médicos informaron que atendían a 24 reos lesionados y uno de ellos falleció por la magnitud de las lesiones que le provocaron a golpes y con arma blanca.
Benavides, quien se trasladó de Ciudad Victoria al penal de Matamoros, agregó que nueve presos fueron internados en el hospital Pumarejo, con lesiones graves, sin precisar que fueran de bala. Jaime Cano, director del penal, no aclaró el motivo del incidente.
