Al menos siete muertos y un herido han dejado las inundaciones y marejadas por las tormentas que han azotado durante varios días los estados de Georgia y Tennessee, informaron hoy autoridades.
El gobernador de Georgia, Sonny Perdue, declaró el estado de emergencia en 17 condados afectados por las inundaciones y planeaba solicitar al presidente Barack Obama que declarara la emergencia federal a fin de recibir ayuda.
Perdue pidió a los residentes mantenerse fuera de los caminos, debido a que la mayoría de las fatalidades eran automovilistas y pasajeros que fueron arrastrados por la corriente de las inundaciones.
Las tormentas cayeron desde el pasado fin de semana y arrojaron hasta 50 centímetros de lluvia en algunas zonas en donde el agua no tenía como desaguarse, de acuerdo con el meteorólogo de Georgia, David Stooksbury.
En el condado Carroll, un niño de dos años fue arrancado de los brazos de su padre por la corriente del agua, mientras éste se sujetaba de un árbol, según fuentes oficiales citadas por la cadena nacional CN.
Otras tres personas murieron en el condado Douglas, cuando sus autos y camionetas fueron arrastrados por las inundaciones, mientras que una mujer de 39 años fue arrastrada en un camino en el condado Gwinnett.
Otro muchacho de 15 años que había ido a nadar al río Chattooga también falleció, y un hombre de Tennesse que fue a nadar a una zanja inundada se encontraba desaparecido.
Las imágenes aéreas de la televisión mostraban escuelas, campos deportivos y vecindarios enteros sumergidos en agua. Los informes oficiales indicaron que unos 12 mil residentes se quedaron sin energía eléctrica el lunes por la noche.