Daños. Un policía iraquí inspecciona el lugar tras la explosión de un coche bomba en el barrio de Karrada, en Bagdad.
BAGDAD, IRAK.- Dos coches bomba mataron a 17 personas en Bagdad -la mayoría de ellos en un mercado mayorista de frutas y verduras-, agravando el temor sobre la capacidad del Gobierno iraquí para mantener la seguridad cuando faltan menos de 2 meses para que el Ejército y la Policía asuman esa responsabilidad en el país de manos de las fuerzas aliadas.
Una autoridad militar iraquí culpó del último derramamiento de sangre, en parte, a ex detenidos liberados por fuerzas estadounidenses que habrían vuelto a la violencia.
La explosión principal ocurrió alrededor de las 7 de la mañana a la entrada del mercado de Rasheed, en la zona meridional de Dora, matando a 15 personas e hiriendo casi 50, dijeron fuentes policiales, sanitarias y del Ministerio del Interior.
Un segundo coche bomba fue encontrado en el área, pero fue desactivado.
Horas después, otro vehículo cargado de explosivos estalló en el distrito capitalino de Karradah, matando a dos personas e hiriendo a seis, dijo la Policía. La bomba al parecer fue dirigida contra una patrulla policial, pero no alcanzó su objetivo.
Los nuevos atentados ocurrieron luego de que en el transcurso del último mes ha aumentado fuertemente la violencia en el país, indicio de que los insurgentes podrían haberse reagrupado tras sufrir duros reveses en los dos últimos años.