Los Tigres no aprovecharon las ausencias que tuvo América y tuvieron que venir de atrás para rescatar el empate 1-1 en el Volcán. (Jam Media)
MONTERREY, NL.- En el América el enemigo juega con el ocho en la espalda. Se llama Israel Martínez y tiró la tarde del quinto triunfo consecutivo de las Águilas, que cambió por un gris empate a un gol ante unos Tigres que llegaron a la jornada siete sin saber lo que es ganar en casa.
Israel Martínez se ha vuelto una pesadilla para sus compañeros de la zaga y ni qué decir del arquero en turno.
Ayer no fue diferente. América tenía el triunfo en la bolsa, gracias al dominio y a un remate de cabeza de Enrique Esqueda en tiro de esquina que coronó una gran actuación del canterano, a 11 minutos del final del cotejo.
Pero el festejo no duró más de 60 segundos, porque Tigres tuvo de inmediato un tiro de esquina en favor. Nada del otro mundo, porque el centro era franco y a media altura, muy a modo para que el llamado "Jagger" mandara el esférico a la banda, a la tribuna, al frente... pero "Jagger", triste "Jagger", giró la pierna y apenas machucó el balón que acudió al botín de Gastón Fernández que aprovechó la "Gata" el regalito con un pase a la red.
Es la necedad de Jesús Ramírez en un cuadro que empieza a cuadrarle.