Una mujer de Ohio defendió su decisión de llamar a la policía luego de que descubrió que su hija de seis años se estaba robando un paquete de calcomanías de una tienda, alegando que quería enseñarle una lección para toda la vida.
Diane Lyons, residente de 31 años de Carrollton, en el este de Ohio, estaba haciendo compras cuando otra de sus hijas le dijo que Shiane, de seis años, había tomado un paquete de calcomanías que se usan como tatuajes temporales y que valía 3.11 dólares.
Lyons le dijo a un empleado de la tienda que llamara a la policía. Según un reporte policial, el jefe de policía de Carrollton Ronald Yeager se llevó a la niña al cuartel, donde fue entregada a su madre.
Según Lyons, Yeager le dijo que la niña no dijo nada camino al cuartel.
"No creo haber exagerado", dijo Lyons por teléfono. "Tienes que atraparlos cuando recién empiezan a hacer algo malo".
La madre aseguró que llegó a preguntar sobre la recompensa de 30 dólares prevista para denuncias de robos menores en tiendas, pero al final decidió no pedirla porque la haría sentir mal.
"La gente piensa que le tendí una trampa para llevarme la recompensa", dijo.
El psicólogo clínico especialista en niños Stanley Goldstein dijo que, cuando un niño comete una falta, es más efectivo que sean los propios padres los que impongan un castigo.
"Se le está pidiendo a la policía que haga algo para lo que no está entrenada", dijo Goldstein. "Ellos no son expertos en niños. Son expertos en proveer seguridad a la comunidad".
Lyons no parecía estar de acuerdo con esa opinión. Aunque ha visto a otros padres castigar con una nalgada a sus hijos por actos similares, aseguró que eso no era suficiente en este caso y dijo estar segura que la niña aprendió la lección.
"No creo que Shiane lo volvería a hacer, por todo lo que hice", dijo.
