Dolor. El actor John Travolta estuvo devastado tras la muerte de su hijo Jett, aunado al juicio por extorsión que inició en Bahamas.
Un jurado comenzó a deliberar ayer en el juicio de dos personas acusadas de intentar extorsionar a John Travolta tras la muerte de su hijo en las Bahamas.
La jueza Anita Allen hizo un resumen de más de cuarto horas sobre el mes de juicio antes de comenzar las deliberaciones.
El conductor de ambulancia Tarino Lightbourne está acusado de amenazar con revelar información privada sobre la muerte del hijo de 16 años de Travolta, Jett, en enero. Lightbourne, quien estuvo entre los paramédicos que atendieron al muchacho, presuntamente le exigió al actor 25 millones de dólares a cambio de su silencio.
Fue acusado junto a su abogada, Pleasant Bridgewater, quien renunció a su puesto en el Senado de las Bahamas tras ser acusada de negociar el pago.
Ambos se han declarado inocentes de cargos que incluyen extorsión.
Enfrenten hasta cinco años de cárcel cada uno.
En sus argumentos de cierre, los abogados defensores dijeron a los nueve miembros del jurado que los abogados de Travolta le tendieron una trampa a sus clientes ayudando a la Policía a grabar sus reuniones con una cámara escondida. Dijeron que las autoridades también malinterpretaron lo que ellos llamaron una transacción de negocios sencilla.
El supuesto complot involucra un documento que habría librado de responsabilidad a los paramédicos de haberse negado la familia a trasladar a un hospital en ambulancia a Jett el 2 de enero.
