Los familiares de un inmigrante mexicano que murió abatido por policías en Denver, Estados Unidos presentaron una demanda contra esos agentes, informó ayer el abogado que los representa.
El 17 de mayo del 2008, el mexicano Odiceo Valencia, de 45 años y separado, acudió a la fiesta por la primera comunión de su hija y, aparentemente debido a una disputa con algunos familiares, poco después abandonó el lugar.
Luego regresó y tomó un cuchillo, haciendo caso omiso a los policías que habían llegado al lugar y que le pidieron que se rindiera.
Los agentes usaron proyectiles de pimienta y una pistola eléctrica para disuadirlo y, finalmente, hicieron "varios disparos al pecho y al abdomen" de Valencia, lo que provocó su muerte, de acuerdo con el reporte del médico forense.
Ninguno de los policías hablaba español, por lo que, según testigos y familiares, Valencia no entendió lo que le decían.
La familia pide 5.9 millones de dólares de indemnización por la muerte del indocumentado mexicano.