Mínima. En el sector social campesino no están conformes, porque la ayuda que les otorga el Gobierno Estatal es mínima ante la presente época de crisis. EL SIGLO DE TORREÓN / CECILIA AGUILAR
A la falta de apoyos se suma el alto costo del diésel y la burocracia de Procampo.
Los campesinos de Viesca y Matamoros, manifiestan su desagrado ante el nulo apoyo que ofrece el Gobierno Federal, ya que continúan teniendo problemas para establecer sus cultivos para el próximo ciclo agrícola.
La ayuda que reciben sólo es por parte del Gobierno Estatal, quien les ofrece un 20 por ciento para la adquisición de la semilla del melón. Sin embargo, es un apoyo que se consume si se toma en cuenta que en un 200 por ciento se incrementaron los insumos agrícolas.
Entonces, sin el apoyo de la Federación vía Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) y con el poco que otorga el Estatal, los productores agrícolas del sector social prácticamente están pulverizados, informó el productor de este municipio, Ezequiel Rivas Sifuentes.
"Pareciera que el Gobierno nos quiere desaparecer, pues el presidente de México, Felipe Calderón, no se ha decidido y no ha querido bajar el precio del diésel en su totalidad, de hecho, debería congelar el precio por litro, porque todo está muy caro", expresó.
El problema también se concentra en el Procampo, porque en los últimos cuatro años se ha entregado a destiempo, precisamente en los meses de septiembre u octubre, cuando debe ser a principios de año que es cuando se empieza a sembrar.
Lo anterior demuestra la discriminación que el Gobierno Federal hace en contra del sector social, porque a los pequeños productores sí les concede créditos y proyectos y les permite concesiones de todo tipo.
"Ojalá que se abra el abanico de apoyos gubernamentales este año, ya que en Matamoros existen más de 1 mil productores de esta fruta, alrededor de 500 cultivan tres hectáreas y el resto una o una y media.".
Para el productor, la única ayuda segura, es la del 20 por ciento de descuento que el Gobierno Estatal autorizó, pero no a todos los campesinos.
"Eso nada más nos dan, cuando ellos saben que necesitamos una libra de semilla para sembrar melón, y que tiene un costo de cuatro mil pesos en el mercado normal", señaló.
Por ejemplo, el fertilizante MAP, bulto de 50 kilogramos, se incrementó a más del 200 por ciento, pues de 380 que costaba en 2008, ahora tiene un precio de 800 pesos, mientras que el rollo de plástico para hacer las camas en los zurcos de melón, con una extensión de 1 mil 300 metros lineales, tiene un precio de tres mil 700 pesos, aparte la maquila del tractor para barbechar y rastrear, que tiene un costo de dos mil 500 pesos, mientras que el año pasado costaba mil 900 pesos, una cifra más cómoda.
El productor informó que los ejidatarios aglutinados en organizaciones campesinas de los cinco municipios de la Región Lagunera de Coahuila, como Viesca, Matamoros, Francisco I. Madero, San Pedro y Torreón, ante la problemática existente, participaron en el Congreso Regional Agrario que tuvo lugar el viernes pasado en la ciudad de Matamoros, donde tuvieron la oportunidad de exponer sus inquietudes ante los representantes de dependencias como la Sagarpa, la Comisión Federal de Electricidad, la Comisión Nacional del Agua, el Instituto Mexicano del Seguro Social, el Instituto Estatal del Empleo (IEE), entre otras.
Los participantes pudieron expresar sus inquietudes, exponer situaciones concretas ante los titulares de dichas instituciones con el fin concretar soluciones específicas. Los resultados serán presentados en breve, por parte de las centrales campesinas asistentes.
Problemática
Ante el aumento del costo de los insumos:
⇒ Los campesinos del sector social aseguran con el apoyo que reciben del Gobierno Estatal, no alcanza para establecer la siembra del presente ciclo.
⇒ Lo que sucede es que hasta en un 200 por ciento se ha incrementado el precio de los productos.
⇒ Censuran al Gobierno Federal, porque hasta el momento, no se ha visto solidario con el campesinado.
⇒ Esperan que las autoridades federales, se concienticen y establezcan programas de apoyo para que el campo mexicano reviva y produzca.
