Los 12 policías del sector rural que fueron detenidos por militares y posteriormente liberados, fueron suspendidos de su trabajo mientras son investigados por presuntos nexos con la delincuencia.
Los uniformados acudieron con el alcalde Mario Calderón Cigarroa, a quien le comunicaron que no están dispuestos a renunciar después que el Director de la Secretaría de Protección y Vialidad (SPyV) Antonio Ramírez Morales les exige firmar su dimisión.
Dijeron que el jefe policiaco argumenta su petición por “pérdida de confianza”. Los preventivos alegan que no están involucrados en ningún hecho delictivo y menos forman parte de algún expediente negro.
El edil les dijo que están suspendidos por 30 días con goce de sueldo en tanto se realizan las investigaciones de parte de las autoridades federales. Aceptó que los castrenses realizan indagaciones al interior de la dependencia policíaca.
El objetivo de esta auscultación es conocer si algunos de los elementos tienen nexos con grupos delictivos.
Se recuerda que la media noche del viernes fueron detenidos por militares 13 policías de la sección rural, de los cuales liberaron a 12, que según dicen, los agredieron.
Los uniformados permanecieron detenidos por algunas horas en las instalaciones del 72 Batallón de Infantería de la X Zona militar con base en Lerdo, Durango, donde fueron interrogados con asuntos relacionados con la delincuencia.
Una vez que lograron su libertad se quejaron que fueron víctimas de robo y torturas de parte de la milicia.
No conforme con ello, el jefe de Secretaría de Protección y Vialidad (SPyV), Horacio Ramírez Morales ahora los quiere obligar a que firmen su renuncia “por pérdida de confianza”.La detención se llevó a cabo con lujo de violencia, aseguran los denunciantes.
