Enfrentamientos. Fotografía sin fechar que muestra a un grupo de soldados yemeníes tomando posiciones durante las enfrentamientos con los rebeldes shiitas.
Los rebeldes chiies que luchan en el Noroeste de Yemen denunciaron que cerca de setenta personas murieron ayer y más de cien resultaron heridas por una serie de ataques de la aviación saudí en un poblado fronterizo.
Un comunicado de los insurgentes "hutíes" firmado por la oficina del líder rebelde, Abdel Malik Eddin Al Huti, y difundido por Internet señala que los ataques se produjeron en la aldea de Bani Muin, en la provincia yemení de Saada.
Estos ataques no han sido confirmados por fuentes militares de Arabia Saudí ni de Yemen.
La zona es escenario desde hace varios meses de enfrentamientos desde ambos lados de la frontera para expulsar de sus bastiones a los rebeldes shiies.
Según los "hutíes", la "brutal y sangrienta matanza de inocentes" se produjo durante los "más de 50 ataques" lanzados el día de ayer por la aviación saudí al distrito de Razeh, en la provincia de Saada, bastión de los insurgentes. De acuerdo con estas denuncias, las incursiones aéreas se ha centrado en "mercados, aldeas y caminos", en una operación que se desarrolla "a decenas de kilómetros del campo de batalla".
Fuentes militares saudíes informaron ayer en Riad de que las Fuerzas Armadas habían reforzado en las últimas horas el control que mantienen en el pueblo saudí de Al Yabal, fronterizo con Yemen, después de varios días de enfrentamientos.
Las mismas fuentes negaron categóricamente informes difundidos por la prensa local que señalaban que esa aldea había quedado controlada previamente por los rebeldes shiies yemeníes, que desconocen la soberanía saudí en varios distritos fronterizos.
En estos combates, según las fuentes saudíes, los rebeldes shiies emplearon cohetes "Katiusha", mientras que el Ejército de Arabia Saudí utilizó artillería y ataques aéreos.
El conflicto entre el Ejército yemení y los rebeldes "hutíes" se remonta a 2004 y se ha caracterizado por continuos rebrotes de violencia que se agudizaron el pasado agosto, cuando el Ejército lanzó una ofensiva militar a la provincia de Saada.
Semanas después, Arabia Saudí comenzó una ofensiva parecida en el lado de su frontera para evitar las incursiones de los chiíes.
Desde entonces, ha habido varias denuncias de los insurgentes sobre sangrientos ataques a los civiles en la región limítrofe.
No se han podido confirmar independientemente estas denuncias porque la zona está vedada para los periodistas.
