Insalubridad. Zopilotes, perros y liebres se reúnen por las mañanas en el llano que se ubica a espaldas del ejido San Luis, donde el rastro de esa comunidad lo ha hecho su tiradero de vísceras. EL SIGLO DE TORREÓN / EDITH FRAIRE
Cansados de levantarse con el olor a carne de animales en mal estado, de salir a las parcelas y ser atacados por perros salvajes, los vecinos del ejido San Luis piden a las autoridades que exijan al rastro que ahí se ubica que busque otro tiradero de vísceras.
"Hemos hablado a Salubridad, a la Perrera Municipal, hasta a la Policía", pero nadie nos hace caso.
Habitantes del ejido San Luis comentaron en la visita que hizo El Siglo de Torreón, que el rastro ha sido clausurado por insalubre en más de 4 ocasiones y que los dueños, para no dejar de trabajar se instalan en un cuarto de tablas que construyen a espaldas del ejido.
Sin embargo, el tiradero de "bachán" no ha parado, cada vez se va acercando más a las parcelas, donde todos los días los campesinos de esa comunidad salen a trabajar y son recibidos por los olores fétidos de los animales muertos que son abandonados al aire libre, para que los perros salvajes que ahí viven los devoren.
"En el año hemos recurrido como 10 veces ante las autoridades, sobre todo a Salud Municipal. No queremos que uno de esos perros salvajes vaya a atacar a nuestros hijos, pues no dudamos en que esos animales tengan alguna enfermedad, ya que comen carne en mal estado", dijo una vecina.
Un campesino comentó que todos los días alrededor de las 6:30 de la mañana, los perros se reúnen cerca del tiradero clandestino, es espera de que pase la camioneta con un remolque, propiedad del rastro de San Luis.
"Queremos que las autoridades revisen la manera de trabajar del rastro, no queremos enfermarnos o que nuestros niños se enfermen", piden los habitantes del ejido San Luis, mismos que prefirieron el anonimato por miedo a represalias por parte de los dueños del matadero.
El rastro está rodeado de viviendas humildes, por enfrente pasa un canal de riego y el espacio adentro es muy pequeño. Ahí despedazan cerca de 6 vacas al día, de las cuales 2 terminan siendo llevadas casi completas al tiradero clandestino, sin enterrar y mucho menos encalar.
Asimismo explicaron que muchas de las veces sacan el agua del canal para hacer la limpieza en el interior del rastro, así como lo que ahí se produce.
"También hemos visto cómo es que los trabajadores lavan la carne con el agua del canal. Gracias a Dios sabemos en dónde vende este rastro la carne, porque si no no comería", dijo una afectada.
Los quejosos comentaron que a veces los perros arrastran los pedazos de huesos con carne y sangre hasta las parcelas, situación que afecta al crecimiento de sus sembradíos.
"Para recuperar lo sembrado, tenemos que invertir casi 2 mil pesos", dijo un hombre. Por lo que exigen a las autoridades poner atención en este rastro.
Problema de salud
El tiradero se encuentra en el ejido San Luis.
⇒ Las autoridades han clausurado en varias ocasiones este rastro y aún sigue funcionando.
⇒ Vecinos de San Luis están cansados de olores fétidos que se respiran cerca de las labores, debido a que el rastro desecha a los animales a espaldas del ejido.
⇒ En el rastro se despedazan 6 vacas diarias, de las cuales 2 son arrojadas casi completas en el tiradero clandestino.
⇒ Una manada de 24 perros vive en el llano debajo de los mezquites que están en el tiradero clandestino.