Exportaciones. Señalan analistas que la depreciación es un amortiguador del comercio exterior.
MÉXICO, DF.- La depreciación del peso frente al dólar ha compensado parcialmente la caída de las exportaciones mexicanas, pero también presiona a la inflación, de acuerdo con BofA Merrill Lynch Global Research (BofAML).
La institución financiera comentó, en un análisis, que después de años de estabilidad el peso mexicano sufrió un revés importante en 2008, resultado de la crisis global y el consiguiente aumento en la aversión al riesgo.
Desde agosto de 2008, la moneda mexicana se debilitó 49 por ciento, alcanzando 15.56 pesos por dólar antes de marzo de 2009. Desde entonces, ha recuperado 16 por ciento, a casi 13.00 pesos por dólar y ahora empieza a mostrar signos de estabilización, anotó.
La correduría expuso que, desde una perspectiva macroeconómica, el impacto de la depreciación del peso se refleja principalmente en dos áreas de la economía mexicana: cuentas externas e inflación. Las exportaciones mexicanas, abundó, siempre han sido más sensibles a los cambios en la demanda externa que a la cotización peso-dólar.
La depreciación sustancial del peso ha ayudado a compensar parcialmente el efecto de una demanda externa mucho más débil, particularmente de EU.