El argentino Juan Martín del Potro, que venció en la final al suizo Roger Federer, se convirtió en el segundo sudamericano en la historia que conquista el Abierto de Estados Unidos después de su compatriota Guillermo Vilas, que ganó la final de 1977. (Fotografías de EFE)
Del Potro consigue sueño; gana el US Open a Federer
México, Df .- Para su fortuna, los argentinos se perdieron de un arquitecto pero ganaron a un constructor de sueños. Para fortuna de los argentinos, Juan Martín del Potro encontró a los seis años el Club (de tenis) Independiente de Tandil y aquella idea de la arquitectura sólo quedó en posibilidad.
Para fortuna de los argentinos, aquella promesa incumplida de la industria de la construcción, la "Torre de Tandil", tenía unos cimientos que soportaron los pronósticos adversos de un temblor suizo que lo hizo sacudirse ayer por más de cuatro horas en el Estadio Arthur Ashe. Para fortuna de los argentinos, Guillermo Vilas no será el único paisano en ganar el Abierto de Estados Unidos (1977). Treinta y dos años después, otro compatriota ya le hace compañía.
Un metro y noventa y ocho centímetros separan a Juan Martín entre la tierra y el cielo, la "Torre de Tandil" le regaló al pueblo argentino la satisfacción deportiva que tanto necesitaban cuando su selección de futbol está a la deriva. El nuevo campeón del último Grand Slam del año, de apenas 20 años, pensaba que el sueño más grande conseguido en su carrera era haber derrotado a Rafael Nadal en el complejo tenístico de Flushing Meadow de Nueva York. Pero el estado de vigilia no culminaría sino hasta la noche de ayer, cuando abatido disfrutaba la victoria inimaginada sobre el número uno, Roger Federer.
"Va a estar difícil creer todo lo que logré. Es una final soñada, estar siempre abajo y que las cosas no te salgan y seguir sintiendo y tratando de buscar mis oportunidades", confesaba Del Potro, el segundo tenista argentino en alzarse con el título del US Open.
"Roger se equivoca muy poco, por momentos está jugando mal, pero no te lo hace notar, siempre parece que está bien concentrado. Pero yo estuve bien y pude ganar los puntos importantes en cada oportunidad y terminar con esto, que ya no aguantaba más".
Juan Martín es hijo de Daniel, quien fuera un ex jugador semiprofesional de rugby y ahora un veterinario, y su madre, quien es maestra de profesión; sin olvidar a su gran consentida, Julieta, la hermana menor a quien le obsequió el Mercedes Benz que le fue entregado tras haber ganado el torneo de Sttutgart el año pasado, el primero de la ATP. A ellos les brindó su triunfo, que se suma a la cosecha de éxitos que empezó desde juvenil y en donde la lista incluye hasta un torneo en México. Fue hace cuatro que alcanzó su primera final, lo cual ocurrió en el torneo Futures celebrado en el club Berimbaú en 2005.
UN PIBE QUE CRECIÓ DE GOLPE
El tenista de Tandil, en el umbral de los veintiún años que cumplirá el próximo 23 de septiembre, le ha devuelto la sonrisa al tenis argentino.
Ayer cumplió una ilusión que despertó a los seis años en el Club Independiente de Tandil, el mismo en el que se iniciaron Juan Mónaco y Mariano Zabaleta. Su entrenador en ese entonces era Marcelo Gómez y lo llevó a jugar, con sólo siete años, su primer Nacional en Bragado. Fue el arranque de su despegue. Pronto fue catalogado como la gran promesa del tenis argentino. En el 2005 fue el jugador más joven en terminar entre los 200 mejores del circuito. Un año después, en el más joven de los cien primeros. Así, entre los cincuenta en el 2007 y entre el top ten, en el 2008. Febrero del 2006 y el español Albert Portas fijan el inicio victorioso de Juan Martín del Potro. Fue su primer partido ganado en el circuito. En el torneo Viña del Mar, mientras alternaba la captación de sabiduría con los torneos challenger y futures. Torneos aún menores.
En el Abierto de Australia, en el 2007, fue su estreno en un Grand Slam. Meses después, la vida de Juan Martín del Potro ha dado un giro absoluto. Quinta raqueta del mundo presume de su primer Grand Slam.
Del Potro, convertido ya en el quinto jugador más joven de la historia que conquista el último Grand Slam del curso, entre nombres como los estadounidenses Pete Sampras, Andre Agassi, John McEnroe o el ruso Marat Safin, reverdece los mejores momentos del tenis sudamericano. El reflejo de Guillermo Vilas, el único en vencer en Nueva York, en 1977.
Serena Williams se disculpó ayer por lo que consideró fue un "arrebato inapropiado", durante el juego en semifinales contra Kim Clijsters en el Abierto de Estados Unidos y que finalmente perdió. Williams no se mostró demasiado arrepentida por el incidente luego de la rueda de prensa tras el partido y después, con un comunicado de prensa, aclaró que "quiero disculparme con la jueza de línea, Kim Clijsters, la USTA (federación estadounidense) y principalmente con los amantes del tenis por mi arrebato inapropiado". La declaración fue divulgada por la Asociación de Tenis de Estados Unidos media hora antes que Serena y su hermana, Venus disputasen la final de dobles, en la que se anotaron su décimo título de Grand Slam como equipo. Las Williams vencieron 6-2, 6-2 a Cara Black y Liezel Huber, defensoras del título.
