El alcalde Oscar Sánchez López ha derribado gran parte de la barda de la parroquia de Santa Anna, construida en el siglo XIX y remodelada en el siglo XX, considerada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia como patrimonio histórico.
Este día un grupo de ciudadanos, reunidos en el zócalo de la ciudad, solicitaron a las autoridades federales y al Congreso local, su intervención para que se aplique la ley en contra de los responsables de la demolición de la barda del recinto religioso.
También fueron derribadas por lo menos una docena de palmeras, sembradas hace unos cien años, así como otros árboles que adornaban el jardín de la parroquia, relataron los habitantes de la localidad,
Señalaron los inconformes con la actuación del edil Sánchez López, que la construcción de la parroquia inició a finales del siglo XIX, y concluyó en los primeros años del XX.
Y a pesar de que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (IHAH) ya colocó sellos de clausura de la obra, en gran parte de la barda, construida en 1940, según relatan los habitantes, continúan los trabajos de construcción, porque el objetivo es llevarla a la modernización.
En el lugar hay dos sellos del INAH con la leyenda: 'Clausurado, por violación a la ley federal sobre monumentos y zonas arqueológicos, artísticos e históricos', pero donde no se aprecian los sellos, las labores continúan de manera normal.
En los trabajos iniciados por el alcalde de extracción priísta, Sánchez López, derribó al menos 70 metros de barda, pero además, al menos una docena de palmeras, por las cuales tampoco se solicitó el permiso correspondiente ante las instancias de medio ambiente del estado.
Delfino Alarcón Bello, uno de líderes de los habitantes inconformes, informó que sin consultar a la población y que por un acuerdo con el sacerdote de la localidad, Alfonso Neftalí Bello Cuevas, quien tampoco le informó a los feligreses de la decisión tomada en torno a la parroquia, se llevan a cabo los trabajos.
En una de las estructuras de la parroquia hay un letrero histórico que refiere que en 1947 fueron suspendidos los trabajos de culto en el interior de esta edificación, debido a la llamada guerra cristera, y fueron reanudados en 1957.
En torno al caso, el diputado local del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Sebastián de la Rosa Peláez, aseguró que será llamado a comparecer al alcalde de Mochitlán, Oscar Sánchez López, por haber afectado un patrimonio histórico.
Además se le solicitará a las instancias correspondientes llevar a cabo un proceso de investigación, para que en caso de haber elementos, se sancione a los responsables de llevar a cabo la demolición de la barda y de las palmeras.
