Espectáculo peligroso. La lava cae por la ladera del volcán Mayón, en la región central de Filipinas. EFE
El volcán más activo de las Filipinas despidió lava y columnas de humo y obligó a miles de personas a evacuar sus hogares y enfrentar la posibilidad de pasar las fiestas navideñas en refugios en medio de la incertidumbre.
Los vulcanólogos elevaron el nivel de alerta por el volcán Mayón después que despidió ceniza a borbotones. Los fragmentos de lava anaranjados iluminaban la oscuridad mientras caían por la ladera de la montaña durante la noche. Renato Solidum, titular del Instituto Filipino de Vulcanología y Sismología, dijo que la actividad podía empeorar en los próximos días.
"Ya está entrando en erupción", dijo Solidum.
Más de 50,000 personas fueron desalojadas ayer, dijo el gobernador Joey Salceda de la provincia de Albay, donde está el volcán Mayón.
El primero de veinte vehículos, incluyendo camiones del Ejército, fue despachado a los pueblos circundantes para trasladar a los residentes a escuelas y otros alojamientos temporales, dijo el funcionario provincial de emergencias, Jukes Núñez.
"Faltan diez días para la Navidad. Lo más probable es que la gente esté en centros de evacuación, y si la actividad del Mayón no amaina, no les permitiremos regresar a sus casas", dijo Núñez. "Es difícil y triste, especialmente para los niños".
Los residentes en Albay están acostumbrados a alejarse del volcán. Casi 50,000 personas viven en un radio de ocho kilómetros en torno de la montaña y algunos pueblos fueron desalojados el mes pasado cuando el volcán despidió cenizas.
El más reciente boletín de ese instituto señaló que lava saliendo del cráter fue registrada en las pasadas 24 horas, sumaron 83 sismos contra los 43 del lunes y el dióxido de sulfuro llegó a 757 toneladas desde las 535 del anterior informe.
El volcán de 2 mil 460 metros sobre el nivel del mar, tuvo erupciones en 2000 y 2001. La última fue en 2006, cuando unas 30,000 personas fueron desalojadas. Otra erupción en 1993 mató a 79 personas.