Desaparece avión de Air France con 228 personas

Un príncipe, empresarios y políticos viajaban en avión.

PARÍS, FRANCIA.- Las pantallas anunciaban en letras rojas "retardado". Luego, la voz de una mujer convocaba a pasar a una ventanilla de información. Después, una célula de crisis integrada por médicos y psicólogos se instalaba en la terminal 2 E del aeropuerto internacional Charles de Gaulle de la capital francesa. La incertidumbre se colaba entre los familiares, los amigos, de los pasajeros del vuelo AF 447 de Air France que cubría la ruta Río de Janeiro-París. La nave con 228 personas a bordo que había partido de tierras brasileñas el domingo hacia las siete de la tarde debía aterrizar ayer a las 11:15. Pero nunca llegó. En París y Río de Janeiro se realiza la búsqueda de la nave.

La tranquilidad que se vivía en muchos hogares franceses en este primero de junio de Pentecostés, una fecha no laborable en este país, se sacudía ante la posible catástrofe aérea. Hacia las ocho de la mañana, tiempo de Francia, unas tres horas después de haber despegado, la aeronave desaparecía del radar y su trayecto sobre las costas brasileñas se desconocía. Las autoridades francesas mantenían prudencia para dar un anuncio sobre el paradero de la nave, al tiempo que la compañía aérea francesa manifestaba no tener esperanzas de ubicar el avión.

Los medios desplazaban a sus reporteros al aeropuerto Charles de Gaulle en busca de más información del destino del Airbus A 330-200, en el que viajaban 216 pasajeros y 12 miembros del equipo aéreo. Las autoridades francesas de transporte, encabezadas por el ministro, Dominique Bussereau, desplegaban un operativo. Dos números de urgencia para atender a los familiares eran abiertos, uno para los familiares instalados en Francia y otro para los ubicados en el extranjero (00 33 1 57 02 10 55).

Desde el Palacio del Eliseo, el presidente Nicolas Sarkozy, ordenaba así la movilización de las diversas instancias gubernamentales a fin de encontrar rastros de la nave desaparecida y establecer lo más pronto posible las circunstancias sobre su desaparición. Mientras tanto, voceros de Aire France revelaban a los medios de la capital francesa que el vuelo se esperaba a las 11:15 de la mañana en París. El avión que habría perdido su rastro cuando parecía estar a 300 kilómetros de las costas brasileñas, podría haber sido localizado hacia Senegal. La nave pudo haber registrado una falla eléctrica. Air France indicaba haber recibido un mensaje automático con esta información hacia las cuatro de la mañana de ayer.

Horas después Francois Brousse, director de comunicaciones de la aerolínea dijo que "el avión puede haber sido alcanzado por un rayo. Es una posibilidad".

En la espera, aviones de la armada brasileña buscarían la nave a partir de la isla Fernando de Noronha, a lo largo de la costa Noreste, en pleno océano Atlántico. Por ahora, la pérdida del rastro del Airbus A 330-200, se suma a más de una decena de accidentes y catástrofes aéreas registradas durante últimos 40 años en este país y acerca de una quincena de en los últimos ocho años en Europa.

La tragedia más reciente en Francia se remonta al verano de 2000. El 25 de julio de ese año, el mítico avión Concorde 4590 de la compañía Air France, que durante su existencia cubría la ruta París - Nueva York, se estrellaba hacia Gonesse, una pequeña ciudad ubicada en el Norte de la región parisina y cercana al aeropuerto Charles de Gaulle. En el accidente mueren sus 114 ocupantes.

 LOS PASAJEROS

El príncipe brasileño Pedro Luis de Orleans y Bragança, empresarios y ejecutivos de varias firmas y algunos políticos viajaban en el avión de Air France.

Voceros de la familia real Orleans y Bragança, confirmaron a periodistas que el príncipe Pedro Luis, de 26 años y cuarto en la línea sucesoria al trono (desconocido en forma oficial por el Estado republicano), viajaba en la nave.

Además iban a bordo los políticos italianos Giovanni Batista Lenzi, diputado de la provincia de Trento, y Luigi Zortea, alcalde de Canal San Bovo, además del jefe de Gabinete de la Alcaldía de Sao Paulo, Marcelo Parente, quien subió al vuelo en compañía de su mujer.

Entre los empresarios que viajaban en el vuelo, el cual había sido abordado por 58 ciudadanos brasileños, figuran el presidente de la Compañía Siderúrgica del Atlántico, Eric Heine, y tres funcionarios de la fabricante de neumáticos Michelin.

El presidente de Michelin para América del Sur, Luis Roberto Anastacio, el director Antonio Gueiros y la ejecutiva de esa firma en Francia, Christine Pieraerts, viajaban en el avión que despegó el domingo de Río de Janeiro con destino a París, informó la llantera.

Entre los pasajeros figuran ciudadanos de más de 30 nacionalidades, incluidos 58 brasileños y 61 franceses.

Según la compañía aérea, otros 26 pasajeros eran alemanes, nueve italianos, nueve chinos, seis suizos, cinco británicos, cinco libaneses y cuatro húngaros, además de ciudadanos de otros 24 países.

 EXPRESAN CONDOLENCIAS

Horas más tarde, la compañía Air France expresó sus condolencias a los familiares de los pasajeros y miembros de la tripulación del vuelo, insinuando que las 228 personas han muerto.

"Air France expresa sus sinceras condolencias a las familias y seres queridos de los pasajeros y miembros de la tripulación que se encontraban a bordo del vuelo AF 447", dijo la empresa en un comunicado.

Lula y Sarkozy comparten 'preocupación'

El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, y su homólogo francés, Nicolas Sarkozy, compartieron ayer su "preocupación" y "dolor" por la desaparición de un avión de la línea Air France que partió desde Río de Janeiro, según fuentes oficiales.

Portavoces del Gobierno brasileño dijeron que Lula llamó por teléfono a Sarkozy y los presidentes "intercambiaron condolencias" y coincidieron en su "preocupación" y "dolor" por el suceso.

Sarkozy declaró ayer que las esperanzas de hallar supervivientes son "muy débiles", y que se desconoce qué ocurrió con ese avión, que desapareció sobre el océano Atlántico.