Rechazo. La Arquidiócesis de México afirmó que un 'proabortista' como Emilio Álvarez Icaza no es la persona adecuada para presidir la Comisión Nacional de Derechos Humanos. ARCHIVO
La Arquidiócesis Primada de México rechazó la eventual designación del ex ombudsman capitalino, Emilio Álvarez Icaza al frente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), por considerar que es el "proabortista más connotado que existe en el Distrito Federal".
A través de su vocero, Hugo Valdemar Romero, la institución eclesial sostuvo que Álvarez Icaza no está capacitado para ocupar el cargo, ya que el derecho a la vida es el derecho humano fundamental, que rige a todos los demás, y el ex ombudsman defiende la postura contraria.
"Sería una vergüenza y una tristeza que pudiera llegar a este alto cargo que requiere de personas capacitadas no vendidas a un partido o una ideología", dijo en entrevista, pero rechazó que la Iglesia Católica esté a favor de alguno de los aspirantes a suceder a José Luis Soberanes Fernández.
"No tenemos 'gallo'. Creemos que los senadores deben tener libertad para elegir y ver los perfiles, que (el elegido) tenga una trayectoria que pueda asegurar que va a cumplir un rol adecuado", dijo.
La Arquidiócesis también abordó el tema del aborto en el editorial del semanario católico "Desde la fe", su órgano informativo, en el que cuestionó las cifras difundidas por el Instituto de las Mujeres del Distrito Federal sobre interrupción del embarazo.
En el texto, titulado "Cuentas Tristes del DF", la Arquidiócesis lamentó "la aniquilación de más de 30 mil vidas humanas, con el apoyo médico, técnico, jurídico y económico del Gobierno del Distrito Federal, donde no sólo la Asamblea Legislativa, sino también el jefe de Gobierno y un supuesto defensor de los Derechos Humanos han intervenido activamente".
Retoman medidas preventivas por influenza A H1N1
La Arquidiócesis Primada de México restableció ayer en la Catedral Metropolitana y sus parroquias algunas de las medidas preventivas adoptadas durante la contingencia por el brote de influenza, como la de sustituir el saludo de la paz por una reverencia e impartir la hostia en la mano y no en la boca de los feligreses.
Las medidas fueron anunciadas al inicio de la misa dominical, pero, pese al aviso, durante el saludo de la paz muchos de los feligreses no hicieron la caravana y saludaron de mano a las personas más próximas, además de que durante la comunión las primeras hostias se dieron en la boca.
