Lo disfruta. El primer actor Salvador Sánchez (de sotana) disfrutó mucho su papel del 'Padre Matías'.
La palabra descansar no existe en su vocabulario. Recién terminó de grabar la novela Mi Pecado, y ya se incorporó al rodaje de una película, mientras que se prepara para volver el teatro de la mano de Susana Alexander.
Salvador Sánchez, conocido por papeles como "Adolfo de la Huerta" (Senda de Gloria), "Oguino"(El Pecado de Oyuki) y "Macario" (La Dueña), se encuentra triste, pero a la vez feliz porque el 13 de noviembre la novela Mi Pecado, en la que da vida a "El Padre Matías", llega a su fin.
"La verdad es que ando muy contento por el éxito que conseguimos, me puede mucho que el melodrama finalice, pero pues así es esto". Originalmente la producción de Juan Osorio iba a acabar el día seis, sin embargo, aún faltaban checar ciertos detalles de la novela que la sustituirá, Mar de Amor.
"Tuvimos que extendernos una semana más, lo cual, en lugar de afectarnos nos benefició, porque surgieron más cosas interesantes de la pluma del escritor Cuautémoc Blanco".
En la historia Salvador encarnó a "El Padre Matías" un personaje que, sin duda, ha dejado huella en el actor.
"Todos los trabajos que uno hace, mientras te hagan sentir bien, te marcan".
Por otra parte, Sánchez, que también la ha hecho de director en series como Central de Abastos, comentó que también se encuentra filmando la cinta 40 Grados.
"Es un largometraje de Luis Herrera, despúes de eso haré la puesta en escena El Primero, con Susana Alexander, la cual se estrenará a finales de enero.
"No me gusta descansar, cuando no estoy haciendo nada me aburro, me pongo neurótico por eso me agrada estar ocupado todo el tiempo".
Le gusta ser malo
Algo que ha caracterizado la carrera del actor es el dar vida a villanos tanto en la pantalla chica como la grande.
"Los malos tienen más carnita, y se les puede sacar más matices, son mucho más ricos que otros".