El presidente venezolano Hugo Chávez sugirió hoy prudencia, y descartó acompañar al depuesto mandatario de Honduras, Manuel Zelaya, en su regreso a Tegucigalpa, anunciado para el jueves, para evitar caldear los ánimos entre sus adversarios.
Chávez salió este martes de Nicaragua, después de participar en reuniones de emergencia ante el golpe de Estado en Honduras.
"Me provoca ir, quisiera ir, pero voy a estar en batalla; me gustaría ir al lado de Mel (Manuel Zelaya), pero no debo ir, porque se dice que soy el culpable de todo y mi presencia puede provocar escenarios, tomados como excusa para escenarios violentos", afirmó.
Aseveró que su actuación debe ser prudente ante las amenazas de muerte y "no sería extraño que un francotirador aproveche el tumulto", y por eso "uno debe de tener prudencia", recalcó el mandatario.
El ministro de Relaciones Exteriores venezolano, Nicolás Maduro, dijo que los países latinoamericanos estarán "atentos" en las próximas horas ante la reacción del presidente designado por el Congreso, Roberto Micheletti.
Según Maduro, Micheletti podría ordenar una agresión contra la delegación que acompañará el jueves al mandatario destituido a su retorno a Tegucigalpa.
El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, acompañará al hondureño, y "es posible" que se sume a la delegación el mandatario nicaraguense Daniel Ortega, expresó.
Chávez anotó que se abstendrá de flanquear a su colega hondureño para "no dar excusas" a eventuales actos de violencia.
Zelaya fue destituido y expulsado el domingo por los militares que se acogieron a una orden judicial.
