HERENCIA HISPÁNICA. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, proclamó el Mes de la Herencia Hispánica que se celebrará del 15 de septiembre hasta el 15 de octubre en todo el país. En una proclama publicada en español en la página de Internet de la Casa Blanca, el mandatario aseguró que 'los valores de la comunidad hispana son valores estadounidenses', por lo que invitó a celebrar la cultura, las contribuciones, y el triunfo 'de nuestros hermanos hispanos en los Estados Unidos'. EFE
WASHINGTON, EU.- La Casa Blanca descartó ayer que el racismo esté detrás de los insultos del congresista republicano Joe Wilson y otros ataques de la Oposición contra el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, como había asegurado el ex mandatario Jimmy Carter.
El portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, afirmó en su rueda de prensa diaria que no creía que las críticas "estén basadas en el color de la piel".
Según el portavoz, hay gente que puede estar en desacuerdo con las políticas presidenciales, pero esas disensiones no tienen una motivación racial.
Carter (1977-1981) afirmó ayer en una entrevista emitida por la cadena NBC que pensaba que "una aplastante mayoría de la gran animosidad demostrada contra el presidente Barack Obama se basa en el hecho de que es un hombre negro".
El expresidente se centró en particular en las palabras de Wilson, que gritó a Obama que "¡miente!" cuando el mandatario aseguraba, en un discurso ante el Congreso la semana pasada, que la reforma sanitaria que busca no se extendería a los inmigrantes ilegales.
Aseguró que se trató de un comentario "ruin" que forma parte de un "sentimiento inherente" que tienen muchos estadounidenses, particularmente del Sur, de que los negros "no están cualificados para dirigir este gran país".
"Esa inclinación por el racismo todavía existe", aseguró Carter, que calificó ese hecho de "abominable" antes de asegurar que se sentía "apenado" y "profundamente preocupado". La Cámara de Representantes aprobó el martes una resolución que condenó la conducta de Wilson, quien se negó a pedir disculpas ante el Legislativo por considerar que bastaba con la disculpa que ofreció en privado a la Casa Blanca.