Efectos. La industria automotriz ha sido una de las más golpeadas por la crisis económica global.
La industria automotriz en México no requiere un rescate financiero por parte del Gobierno Federal, aseguró Lorenza Martínez, subsecretaria de Industria y Comercio de la Secretaría de Economía (SE).
"Las operaciones en México no enfrentan problemas de Estados Unidos y Canadá de pasivos contingentes que las hacen ineficientes o inviables a largo plazo. México no tiene estos problemas por lo que no se requiere un rescate de nuestras plantas", afirmó la funcionaria federal.
Entrevistada en el marco del seminario "Perspectivas de México como destino de inversión", dijo que hay financiamiento para toda la cadena de la industria automotriz.
Resaltó que recientemente la empresa Volkswagen anunció que los apoyos le han contribuido con 50% del costo de los paros técnicos.
Martínez rechazó que con las acciones se rescate al gremio automotriz.
"En México no estamos rescatando a la industria automotriz, hay que recordar que las plantas mexicanas tanto en el sector automotriz y autopartes y otros sectores son de las más eficientes a nivel mundial", enfatizó.
La funcionaria también negó que los apoyos canalizados al sector hayan llegado tarde.
Hace una par de días, analistas de la Universidad Anáhuac criticaron que no se pusiera en marcha en México un programa agresivo en la industria automotriz como los que se instrumentaron en Brasil o Alemania.
Martínez confirmó que la Administración federal canalizará un monto total de 500 millones pesos para el programa de chatarrización de automóviles.
A través del Programa de Destrucción Controlada de Vehículos al Final de su Vida Útil se buscaría sacar del mercado modelos de autos con más de 10 años de antigüedad.
A los propietarios de las unidades se les daría un bono que serviría como enganche para adquirir un automóvil nuevo, dijo la funcionaria.
"Las armadoras y distribuidoras contribuyen también con un descuento para hacer más atractivo el programa", dijo la funcionaria.
La subsecretaria de la Secretaría de Economía expuso que el número de unidades que se podrían apoyar dependerá del descuento que den las armadoras, distribuidores y el Gobierno.
Por lo pronto, en la industria automotriz consideran que en el caso de que la decisión final sea otorgar un bono por 10 mil pesos para unidades con más de 10 años de antigüedad, se alcanzaría para impulsar la venta de 50 mil unidades.
Si el bono, que aún se discute entre la autoridad y la industria es de 15 mil pesos, se podría buscar la comercialización de poco más de 33 mil unidades.
Martínez añadió que los precios a los que se podrían vender los automóviles nuevos podrían ser menores a los que tenían a principios de año.
Esa situación es uno de los puntos "difíciles en las negociaciones", ya que el Gobierno Federal pidió a los empresarios de la industria automotriz que los precios de algunos modelos bajen de forma significativa en aras de dar una apoyo a las familias.
"Hay que buscar los mejores precios para los consumidores", dijo la funcionaria de la Secretaría de Economía.
La funcionaria pública puntualizó que lo que le ha preocupado a la industria es la cantidad de inventarios en algunos modelos y que no puedan incrementar o retomar la operación.
