En estos tiempos que nos ha tocado vivir, el ser humano en gran parte del mundo vive con la idea de obtener cosas materiales; tal como lo he comentado en otros de mis artículos esos bienes materiales están basados en las campañas publicitarias y en lo que la televisión y los medios nos "indican" lo que debemos poseer para poder ser parte de esta sociedad, tales como la marca de un automóvil, o ropa de determinado diseñador pues si no los posees, entonces no mereces ser un miembro más de esta sociedad.
Vivir en estos tiempos es al parecer seguir un patrón particular de obtención de esos bienes materiales, inclusive un "cholo" tiene que andar vestido igual o de manera similar a sus amigos porque de otra manera no podría pertenecer a ese grupo.
La obtención de todas esas cosas materiales, y el sentirse alguien dentro de un determinado grupo está motivado por lo que llamamos "deseo", que de acuerdo al diccionario su significado es "movimiento enérgico de la voluntad hacia el conocimiento, posesión o disfrute de una cosa".
Es pues nuestro deseo el que nos empuja a querer poseer desde bienes materiales, o sentimientos que nos produzcan una sensación de gozo. Estos sentimientos también pueden estar dirigidos hacia una persona a través del amor o inclusive del odio. ¿Quién no conoce la historia del rey Midas? Que su único deseo era poseer todo el oro del mundo, y al conseguirlo vio que todo lo que tocaba se convertía en oro, pero por desgracia también lo que deseaba comer, lo cual lo llenó de terror y entonces deseó mejor ser pobre.
Es el deseo amables lectores lo que nos puede dar una vida de felicidad o conducirnos hacia un verdadero desastre como ocurrió con el Rey Midas. La gente en su afán de poseer cualquier cosa a costa de lo que sea no mide las consecuencias y entonces su vida puede verse convertida en un verdadero desastre. Reflexionemos en que no es malo desear tener por ejemplo dinero (que buena falta nos hace en estos tiempos de crisis), lo malo puede ser el método que empleemos para lograr tal fin. La vida en todo nuestro planeta está convertida en un verdadero caos, hay hambre, guerras, epidemias y una pobreza extrema que cada vez crece más aunada al desempleo, ¿de qué te sirve a ti o a mí querido lector que algunos de los hombres más ricos del planeta sean compatriotas nuestros y aparezcan en la revista Forbes?, si todos los días nos enteramos que algún vecino nuestro se quedó sin empleo o ya le van a quitar el Seguro Social a algún paciente mío pues no ha encontrado trabajo. Este desorden o caos es motivado en muchos de los casos porque hemos complicado mucho nuestra existencia. El ser humano cuando nace, tiene necesidades básicas tales como la alimentación o el vestido y desde luego el amor de sus padres, para nada necesita determinada marca de ropa ni de enseres que llegan a ser carísimos sólo porque son la marca más popular ni siquiera químicos que le suavicen su ropa; esto son sólo inventos de la humanidad cuyo único fin es hacer rico a alguien. Y así como los bebés, al igual nosotros los adultos tampoco necesitamos de cosas caras para vivir, esto nos lo han hecho creer para beneficio de pocos pero inmensamente ricos hombres de negocios. Y esto ha provocado inclusive el suicidio de algunas personas que al verse imposibilitadas de pagar alguna tarjeta de crédito optaron por la puerta falsa. ¿Entonces es malo el deseo? No, pienso que lo malo es lo que deseamos o hacia dónde enfocamos nuestros deseos, por ejemplo el deseo de algunos jóvenes de llegar a tener dinero fácil y obtener algún vehículo de marca reconocida y reciente modelo los pude llevar a la pérdida de su vida, o el desear tener alguna relación sentimental con alguien que a leguas se nota que te va ha hacer sufrir o a destrozar tu familia, entonces esto no es bueno y todo está preparado para el desastre. El deseo de algunos gobiernos de poseer los bienes que otro país tiene, es también el origen de muchas guerras y el caos de nuestros tiempos. ¿Sabías amable lector?, que con el costo de un solo misil de los que disparan los modernos aviones de combate, es posible dotar de agua a una comunidad o de pagar el costo de diez cirugías que pueden salvar la vida a igual número de personas. No es malo por ejemplo poseer una tarjeta de crédito, pero siempre y cuando se le dé el uso adecuado y sólo en caso de una verdadera urgencia (y más en nuestro país donde son las más caras del mundo), lo malo es cuando usamos indebidamente ese plástico entonces si andamos sufriendo las de Caín para poder pagar.
Deseemos querido lector cosas buenas para tu vida, como la salud de tu familia (que no tiene precio), desea felicidad, armonía, paz, empezando por ti mismo y en tu propia casa pues si en tu núcleo familiar existe orden y armonía, entonces las cosas se irán transformando en este mundo. Si existen más familias buenas, existirán menos niños de la calle si deseamos más amor, existirá menos odio, si en verdad amamos a nuestro próximo empecemos por respetarnos no teniendo vicios y respetemos a los demás, eso incluye a tus vecinos o compañeros de trabajo, si existe paz en tu alma esa paz la transmites a más personas y si todos lo hiciéramos no existirían las guerras, esto es lo que debemos desear para lograr un mundo mejor y más feliz cada día. Comentarios y sugerencias al correo electrónico:
