El gobierno de Honduras está dando "manotazos de ahogado" al haber emitido un ultimátum a países como México, para obligarlos a reconocer al gobierno de facto de Roberto Micheletti o de lo contrario retirar a sus funcionarios acreditados en ese país, aseguró Rosalinda Bueso, embajadora de Honduras en México.
Estimó que la medida difícilmente prosperará y puede ser cuestión de días para que el conflicto político en ese país se resuelva.
Bueso indicó que difícilmente se prevé que quienes hoy detentan el poder violen la inmunidad diplomática de los funcionarios acreditados en su territorio, pues eso implicaría una escalada en el conflicto.
En entrevista en la sede de la cancillería, la embajadora dijo que al parecer lo que busca el gobierno de Micheletti con este ultimátum es obligar a que una fuerza multilateral intervenga en Honduras para restablecer al presidente constitucional Manuel Zelaya; "eso es lo que ellos esperan aunque nosotros no queremos pues es nuestra obligación proteger a nuestros ciudadanos que ya llevan 93 días en las calles".
Dijo, además, que una decisión de esa naturaleza forma parte de conversaciones que se realizan directamente en Washington por lo que indicó no poder dar pormenores de las mismas.
También la embajadora sostuvo que esta medida desesperada del gobierno de Micheletti podría traer como consecuencia una mayor presión de la comunidad internacional a través de la suspensión de diferentes apoyos que recibe Honduras, sin embargo confió que no se complete el ultimátum y que este básicamente quede sin efecto.
Bueso señaló que el gobierno de facto tendría que literalmente expulsar a todos los funcionaros de todas las embajadas que tienen representantes diplomáticos en territorio hondureño, ante el apoyo unánime de la comunidad internacional al gobierno de Zelaya, por lo que el ultimátum "básicamente no tendría efecto".
